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“Todos tienen un papel que desempeñar, y de defenderse unos a los otros”

Firuzeh Mahmoudi

Behrooz Jafari

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Por Renata Bahrampour

Firuzeh Mahmoudi es una mujer de origen iraní que nació en Estados Unidos. Cuando era todavía una niña, se mudó a Irán con su madre y hermana. Su primer contacto con el activismo se dio en el desarrollo de la Revolución Islámica de 1979, lo que ella describe como una “experiencia muy formativa” en su vida. “Mi madre era activista política en aquel momento; Yo iba a las protestas incluso siendo muy joven, viviendo una revolución, sin ir a la escuela durante meses, viendo los libros de Historia siendo escritos”, cuenta.

Algunos años después, a causa de la guerra entre Irán e Irak (1980 – 1988) y de la inestabilidad económica que su país afrontaba, el padre de Firuzeh la llevó a ella y a la hermana de Mahmoudi de vuelta a los Estados Unidos. A pesar de eso, el tiempo que pasó viviendo en Irán fue suficiente para desarrollar una percepción de la realidad orientada al activismo.

Su participación en el fomento de los derechos humanos comenzó en el activismo ambiental, trabajando para Naciones Unidas y para diversas organizaciones no gubernamentales. Posteriormente, Firuzeh visitó Irán para ver a su madre, que se había quedado allá, y también para encontrarse con colegas de trabajo con quien compartía informaciones.

En ese año, grandes manifestaciones impugnando las elecciones presidenciales que habían acabado de tener lugar se apoderaron de Irán. Firuzeh, en ese momento, decidió organizar un día de solidaridad global para el pueblo iraní, el “Global Day of Action”, el 25 de julio de 2009. Ese día condujo a protestas en 110 ciudades, con la implicación de siete ganadores del premio Nobel, incluyendo el apoyo de la banda irlandesa U2, que hizo un espectáculo también en ese día.

A partir de ahí, Firuzeh hizo la transición de su trabajo como ambientalista para volverse fundadora de United4Iran, que ella misma describe como “un grupo de treinta o más ex-prisioneros políticos, disidentes y activistas de derechos humanos trabajando para mejorar las condiciones de derechos humanos y libertades civiles en Irán, apoyando el movimiento dentro de Irán lo más directamente posible”.

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Desde hace más de 13 años, United4Iran ofrece herramientas tecnológicas que ayudan a la construcción de una sociedad más libre y democrática, involucrando a activistas de todo el mundo, de diversos orígenes geográficos y étnicos, sobre todo de países fronterizos con Irán, trabajando en una gran red de recopilación de información.

Uno de esos productos es el “Iran Prison Atlas”, un banco de datos de todos los prisioneros políticos en Irán, de los edificios penitenciarios en los que se encuentran y de los jueces más severos del país. Firuzeh entiende que mediante la documentación transparente de esos casos es posible exigir responsabilidades de los abusos sistemáticos emprendidos por la República Islámica de Irán y, así, defender a cada uno de los presos políticos identificados en la plataforma.

Por otro lado, “IranCubator” es un proyecto que desarrolla aplicativos de compromiso cívico con el propósito de proteger ciudadanas y ciudadanos del país, así como sustentar y viabilizar los esfuerzos de la sociedad civil en Irán. Hace algo así como “hackear” el sistema político y social impuesto en el país.

El “Gershad” es uno de los aplicativos más notables. Creado para evitar la Gasht-e Ershad, la policía de la moralidad, la herramienta muestra la localización de los agentes en base a las denuncias e informaciones compartidas por los propios usuarios y, principalmente, por las usuarias, en una ayuda mutua para evitar cruzarse con las fuerzas de seguridad.

Sin duda, el “Gershad” habría sido muy útil para Firuzeh en la época en que tenía 16 años de edad, cuando fue detenida por la policía de la moralidad de Irán durante cinco horas en un viaje a Kerman, al este del país, la ciudad natal de su madre. ¿El motivo? Su cabello había aparecido en público mientras se colocaba bien el pañuelo que cubría su cabeza.

Una historia común de muchas iraníes, incluyendo la de Mahsa Amini, joven iraní de origen kurdo, que murió a los 22 años de edad bajo la custodia de esa misma policía en septiembre de 2022.11. Farnaz Fassihi, "In Iran, Woman’s Death After Arrest by the Morality Police Triggers Outrage." The New York Times, 16 de septiembre de 2022, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://www.nytimes.com/2022/09/16/world/middleeast/iran-death-woman-protests.html; Patrick Wintour, "Mahsa Amini: dozens injured in Iran protests after death in custody." The Guardian, 18 de septiembre de 2022, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://www.theguardian.com/world/2022/sep/18/mahsa-amini-dozens-injured-in-iran-protests-after-death-in-custody; David Gritten, "Mahsa Amini: Protests over woman’s death claim more lives in Iran." BBC, 21 de septiembre de 2022, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://www.bbc.com/news/world-middle-east-62986057. Desde entonces, según estimaciones del canal de televisión independiente Irán International, más de 18,000 personas fueron detenidas en relación a las protestas que tuvieron lugar en todo Irán tras la muerte de Mahsa, sin mencionar las condenas a penas de muerte y las ejecuciones ya realizadas.22. " Iran: 26 people risk execution in relation to protests," Amnesty International, 16 de diciembre de 2022, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://www.amnesty.org/en/documents/mde13/6309/2022/en/; "Iran Executes Two Prisoners Arrested in Ongoing Protests, Threatens More to Follow," Death Penalty Information Center, 12 de diciembre de 2022, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://deathpenaltyinfo.org/news/iran-executes-two-prisoners-arrested-in-ongoing-protests-threatens-more-to-follow; "Iran To Try 10 Underage Protesters On Death Penalty Charges," Iran International, 30 de noviembre de 2022, https://www.iranintl.com/en/202211303156.

Cuando se le pregunta sobre lo que es ese movimiento organizado por mujeres iraníes, Firuzeh, sin dudarlo, clasifica ese fenómeno como algo “sin precedentes […], no solo para Irán, sino para toda la región, e incluso el mundo”. El liderazgo total de las mujeres en ese proceso y el nivel increíble de solidaridad que están recibiendo también llaman la atención. Ella explica que, anteriormente, los grupos minoritarios, como los kurdos, serían atacados, pero ahora “cualquiera que sea perseguido, matado, herido o preso tiene aliados por todo el país. Personas saliendo, sonriendo, mostrando su apoyo y amor, y diciendo que no fueron olvidados y que ellos se van a quedar en las calles”.

Existe un mensaje claro siendo dado a Irán por el pueblo de Irán. “A la sangre, juro la sangre de mis amigos, de mis padres, que voy a quedarme hasta el final”, recita Firuzeh, retomando uno de los cánticos que han sido escuchados repetidamente en las calles del país. Observa que las demandas presentadas en las protestas van más allá del uso obligatorio del hijab: se trata de tener libertad de religión, de expresión, de igualdad de género, de autonomía sobre el propio cuerpo, de seguridad alimentaria, de protección al medio ambiente, de acceso a la educación, de poder vivir la vida de la manera en que uno quiera y ser parte de la sociedad. “Es sobre tener realmente derechos básicos”, resume.

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También en relación a las discusiones sobre mujeres, política y religión, otra cuestión inevitable que debe ser confrontada es la no laicidad del Estado iraní. La ideología que lo regula desde la Revolución Islámica de 1979 se ha infiltrado en la vida privada y colectiva de la población, ejerciendo control sobre cuerpos y mentes y oprimiendo a más de la mitad del país; un problema que recae directamente sobre las minorías religiosas. “Obviamente que las minorías religiosas en Irán son perseguidas, y los bahá’ís lo son más que cualquier otro grupo”, señala Firuzeh.33. "La comunidad bahá’í, está entre las minorías religiosas más severamente perseguidas de Irán, según los expertos. (…) Expertos de la ONU dijeron que este año se ha visto un aumento marcado en detenciones de Bahaíes, así como en su persecución. Para abril, habían recibido informes que más de mil miembros estaban esperando entrar en prisión, tras sus detenciones iniciales y audiencias” ("Rights experts urge Iran to end ‘systematic persecution’ of religious minorities," UN News, 22 de agosto de 2022, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://news.un.org/en/story/2022/08/1125162); “’El ataque despreciable contra la minoría religiosa Bahaí es otra manifestación más de la persecución de hace décadas de las autoridades iraníes a esta comunidad pacífica. Los bahaíes en Irán no pueden sentirse seguros en sus hogares o mientras practican su fe porque están en riesgo de ser perseguidos’, dice Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África” ("Iran: Stop ruthless attacks on persecuted Baha’i religious minority," Amnesty International, 24 de agosto de 2022, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://www.amnesty.org/en/latest/news/2022/08/iran-stop-ruthless-attacks-on-persecuted-bahai-religious-minority); Sara Baptista, “Não cabe em palavras a minha felicidade em poder falar que sou Bahá’í.” Revista Sur no. 29 (2019), visitado el 31 de diciembre de 2022, https://sur.conectas.org/nao-cabe-em-palavras-a-minha-felicidade-em-poder-falar-que-sou-bahai/.

Incluso frente a ese desafío inmenso, subraya que la transición hacia un Estado laico “no se trata de no tener una religión”. Se trata de vivir en una sociedad sin un gobierno teocrático, en el que las personas puedan tener la opción de decidir mostrar lo que quieren creer, de la manera en que lo quieren creer. “Creo que no solo es posible, sino que es en definitiva casi una conciencia de lo que las personas en Irán desean. ¿Cómo construimos ese Estado y cómo hacemos la transición hacia lo que las personas quieren? […] entendiendo lo que están diciendo en las calles.”

Por más fundamentales que parezcan todos esos anhelos, son precisamente éstos que afectan los pilares que sustentan directamente la República Islámica, o incluso la sociedad iraní como un todo. Entonces ¿qué tiene que ocurrir para que haya un cambio en las raíces sociales? O, incluso, ¿cómo debe ser conducido ese proceso? La respuesta de Firuzeh es simple: garantizar que todos los grupos perseguidos, minorías étnicas y religiosas, todas las mujeres y quien quiera que haya sido de alguna manera objetivo del sistema sean incluidos en ese proceso. Ella también afirma que “todos tienen un papel que desempeñar, y de defenderse unos a los otros, […] Este es un movimiento sin liderazgo, lo que quiere decir que todos son líderes”.

Firuzeh también piensa que existe una línea muy tenue entre la esperanza y la desesperación en este contexto, especialmente para quien está en prisión. En este sentido, el trabajo de United4Iran está basado en la creencia de que quien está dentro de Irán es quien debe liderar, pero que es necesario apoyo para dimensionar sus esfuerzos y amplificar su voz con seguridad, y es para ese fin que se crean los aplicativos de participación civil. Además de esto, el objetivo también es permitir que todos los grupos de derechos humanos de fuera del país hablen para grandes audiencias en el escenario internacional.

El activismo de Firuzeh incluye un fuerte sentido de unidad y unicidad. Reconoce que todas/os estamos conectadas/os, y la manera como cada país actúa afecta a todos los países. Para ella misma, eso implica reconocer que su trabajo no es una mera elección, sino un privilegio que lleva consigo un deber para con la mejora del mundo. “Tener la capacidad de hacer eso día y noche en la medida de mis posibilidades es una bendición. […] No todo el mundo tiene el lujo de poder hacer lo que quiera de sus vidas, con un propósito, ¿no es cierto? […] Siento que todas/os debemos hacer juntos/as lo que podamos para alcanzar ese sueño […] Así, no hago esto como un favor a alguien, sino que lo hago porque es en lo que creo”:

Firuzeh Mahmoudi. Archivo personal.