La lucha por derechos de personas trans en Perú
La lucha es intrínseca a la vida de Miluska Luzquiños por el mero hecho de ser quien es. Como mujer trans, se enfrenta a una batalla diaria simplemente para existir en un país conservador y patriarcal como Perú. Pero sobrevivir no es suficiente y ella ha transformado esta experiencia en una trayectoria de lucha, trabajando junto a otras mujeres trans y abriendo caminos hacia un futuro de posibilidades y esperanza.
A sus 40 años, Miluska es coordinadora nacional de la Red LacTrans (Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans) en Perú y fundadora de la Casa Trans Zuleymi, que acoge a mujeres trans migrantes, víctimas de violencia o que no tienen dónde vivir. Miluska dice que este trabajo la hace feliz, y explica: «Defender los derechos humanos me permite conocer a más compañeras, salir al mundo, hablar, construir»11. Daniel Contreras, “Miluska Luzquiños: ‘En la Casa Trans Zuleymi no hay ninguna abeja reina, todas somos obreras’”. Somos Periodismo, 6 de febrero de 2019, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://somosperiodismo.com/miluska-luzquinos-en-la-casa-trans-no-hay-ninguna-abeja-reina-todas-somos-obreras/..
Miluska es alguien que piensa la colectividad antes que lo individual. Con modestia, comparte los méritos de su trabajo y le cuenta a Sur que fueron sus compañeras las que la llevaron hasta donde está: «Yo no hice nada, ellas siempre me promocionaron y les estoy muy agradecida». Como abogada y activista, se ve a sí misma como el fruto de las muchas personas que se cruzaron en su camino: «Miluska es el resultado de la exclusión de las mujeres trans en el sistema de lucha por los derechos humanos». Ella también es alguien que responde a los retos como quien está acostumbrada a afrontarlos a diario, con rapidez y eficacia.
Ser una pionera no estaba planeado y la elección de convertir sus luchas particulares en activismo no fue algo obvio, de hecho, ocurrió casi por casualidad. Miluska nunca se había planteado el activismo como carrera profesional. Cuando terminaba Derecho, pensó en trabajar en un tribunal de justicia o en una notaría. Un día, fue invitada a asistir a una reunión de un grupo LGBTQIA+ que trabaja en temas relacionados con el VIH/sida y allí se dio cuenta de que la escasa participación de personas trans acababa generando un desconocimiento de sus necesidades reales. Entonces se dedicó a lo que creía algo puntual, pero fue sorprendida con la recepción de unos fondos y la misión de poner en marcha un proyecto nacional. Así surgió la Plataforma de Mujeres Trans del Norte del Perú, hoy Transorganización Feminista, donde sigue trabajando.
En 2016, sabiendo que en Lima había un índice muy alto de mujeres trans migrantes sin apoyo, volvió a actuar de forma innovadora para abordar el tema. Miluska creó la Casa Trans Zuleymi con el objetivo de acoger a estas personas. En este espacio – que ella califica de «lugar de esperanza» y que ya cuenta con cuatro unidades en todo el país –, migrantes trans, víctimas de la violencia o aquellas personas que no tienen dónde vivir, reciben alimentos, orientación sanitaria y asesoramiento jurídico; o simplemente encuentran un lugar donde permanecer tranquilas. «¡Pidamos derechos, pero con el estómago lleno!», clama la activista.
Su labor en defensa de los derechos de las personas trans ya era reconocida, incluso con un Premio Franco-Alemán de Derechos Humanos (2019); cuando en el 2020, con la llegada de la pandemia de Covid-19, una vez más fue necesario coraje y habilidad para elaborar un plan y actuar para satisfacer las necesidades más urgentes de la población que atendían. A través de la Red LacTrans fue posible recaudar fondos y llevar alimentos a mujeres trans de todo el país. El trabajo en este periodo fue intenso y Miluska incluso se enfermó de gravedad por el coronavirus, antes de vacunarse. Además de las acciones directas, Miluska y la Red elaboraron un informe y publicaron algunos artículos sobre la situación específica de las personas trans en un contexto pandémico.22. Ver, por ejemplo: Miluska Luzquiños Tafur, “#BONOTRANS: ¿Cuándo fueron las cosas fáciles para las trans?”. Ella - Encuentro Latinoamericano de Feminismos, 29 de abril de 2020, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://medium.com/especial-ella-en-cuarentena/bonotrans-cuándo-fueron-las-cosas-fáciles-para-las-trans-498fdc7e67a; “Memoria de Gestión: Trans Organización feminista por los derechos de las personas trans. 2018-2021” (documento interno compartido por la organización).
Entre las dificultades encontradas por la Red estaba el hecho de que, debido al aislamiento social impuesto por la pandemia, muchas mujeres trans dejaron de tener acceso regular a los medicamentos para el tratamiento del VIH, lo que afectó su inmunidad y provocó un elevado número de muertes por Covid-19. Cuando comenzó la vacunación, personas transexuales también tuvieron dificultades para acceder al inmunizador porque no tenían documentos de identidad.
Otro punto destacado por la activista fue la transición al mundo virtual. Admite haber negligenciado este medio antes de que se convirtiera en el único posible, lo que lo convirtió en otro obstáculo. Mientras la comunicación digital aún no estaba estructurada, muchas personas, sobre todo en las regiones selváticas del norte del país, estaban prácticamente aisladas, con un acceso más difícil a la información y a los recursos. «El Covid nos dejó el aprendizaje de trabajar en comunidad y de forma articulada», afirma.
Ahora se enfrentan a otro reto: la agitación política en Perú. Desde principios de diciembre de 2022, el país está sumido en una grave crisis. El anterior presidente, Pedro Castillo, intentó disolver el Congreso y fue destituido. Se han convocado nuevas elecciones generales para julio de 2023 y las protestas han tomado las calles de las principales ciudades.
En un Perú de total inestabilidad, los derechos de las minorías están amenazados y la perspectiva de progreso es aún más lejana. Hoy en día, en Perú, la esperanza de vida de una persona trans es de sólo 35 años.33. “Situación de las personas trans en Perú”, Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Trans, 2021, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://issuu.com/redlactrans/docs/peru_2021_-_informe_cedostalc_-_no_muero_me_matan/s/15569963. Además, según el Reniec (Registro Nacional de Identificación y Estado Civil), el 1% de la población peruana carece de documentos de identidad, siendo este porcentaje mayor entre población trans.44. Según el Plan Nacional Perú Libre de Indocumentación 2017 – 2021, “No se cuenta con estadísticas oficiales que muestren la situación de indocumentación que enfrenta la población trans; las pocas disponibles, suelen estar vinculadas a cuestiones de salud, específicamente a VIH y otras infecciones de transmisión sexual - ITS. Un estudio de la Universidad Cayetano Heredia76 (2012:24), señala que el porcentaje de indocumentación en esta población supera el 13%. Si bien estos datos son referenciales, evidenciarían que existe en este grupo, un porcentaje de indocumentación mucho más alto que el promedio nacional”. “Perú Libre de Indocumentación Plan Nacional 2017 – 2021”, Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, 29 de marzo de 2021, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://www.gob.pe/institucion/reniec/informes-publicaciones/1779616-peru-libre-de-indocumentacion-plan-nacional-2017-2021, p. 87. La falta de un documento dificulta el acceso a los derechos, como en el caso de la vacunación. Sin la vacunación, además de estar más expuestas al virus, las mujeres trans también se veían impedidas de acceder a una serie de lugares, ya que no disponían del pasaporte de vacunación.
La situación actual preocupa a Miluska, que explica como los problemas económicos, políticos y sociales afectan más a las mujeres, especialmente a las trans. «Nos preocupa mucho que el congreso elegido por el pueblo siga siendo este congreso conservador, antigénero, que se opone a todos los avances en derechos», afirma. Un ejemplo de lo que está en juego ahora mismo para las personas trans en Perú es el proyecto de ley de identidad de género, que Miluska ayudó a formular y que lleva tramitándose en el Congreso peruano desde 2016. La propuesta prevé un proceso judicial y no patológico para la transexualidad y propone que la rectificación del nombre en los documentos oficiales sea gratuita. A pesar de un gran avance en 2021, cuando se aprobó en la Comisión de Mujer y Familia del Congreso,55. “La Ley de Identidad de Género de Perú avanza en Congreso tras 4 años parada”, SWI, 29 de marzo de 2021, visitado el 31 de diciembre de 2022, https://www.swissinfo.ch/spa/perú-lgtbiq_la-ley-de-identidad-de-género-de-perú-avanza-en-congreso-tras-4-años-parada/46489656#:~:text=La%20iniciativa%20legislativa%20garantiza%20que,hasta%20ahora%20les%20era%20negado. no hay previsión de que el tema se vuelva a plantear.
Las organizaciones de derechos humanos del país también se enfrentan sus propios retos. Con la inestabilidad económica, las organizaciones corren el riesgo de perder financiación para llevar a cabo sus acciones, que ahora son más necesarias que nunca. Por otro lado, la concesión de medidas de protección para las defensoras y otras activistas también se ve menoscabada. «Las compañeras que van a la movilización, las compañeras que van a la Casa Trans, las compañeras que están sentadas en la oficina, son el entorno directo del defensor y la defensora de derechos humanos, entonces nos preocupa la falta de interés del Estado, la inacción del Estado para tomar medidas de protección», explica Miluska sobre las personas que considera en riesgo de sufrir la violencia, como parte del momento político del país.
Ante la ausencia del Estado, es esencial organizarse y, lo que es más importante, organizarse en red. Fue la unión de fuerzas de activistas y organizaciones lo que permitió que las personas trans tuvieran acceso a alimentos en los peores momentos de la pandemia de Covid-19. También fueron redes como la Red LacTrans, presente en 23 países, las que permitieron la producción y difusión de informes como «¡No Muero, Me Matan!», que denuncia la exclusión de las mujeres trans en América Latina y el Caribe y que llevó el escenario del país a conocimiento mundial.
Desde su infancia en Lambayeque hasta el reconocimiento internacional por su labor, Miluska ha sido testigo de innumerables situaciones de pérdida y reveses, tanto personales como colectivos. Discriminación en la universidad, donde fue la primera estudiante trans, dificultades económicas, los retos de la vida como trabajadora sexual, desavenencias familiares, amenazas y ataques como defensora de los derechos humanos. Nada fue obstáculo para su voluntad de construir un futuro mejor para ella y sus compañeras. Con el amor de su abuela y la colaboración de muchas personas que se cruzan en su camino, Miluska sigue adelante. En sus palabras: «Este es el punto de partida de Miluska. Sufrí violencia, intentos de robo, inclusive nos robaron documentos sensibles. Pero estoy muy contenta, porque he conocido a gente maravillosa que da mucho de su vida para promover los derechos humanos».
Si por un lado Miluska entró en el activismo de derechos humanos casi por casualidad, por otro, la elección de quedarse es consciente y se reafirma cada día. Más que los premios o el reconocimiento nacional e internacional, su mayor motivación son las personas que están junto a ella en el camino: «Hay cosas que te pagan sin necesidad de recibir dinero», resume. El otro día se le acercó una chica que le dijo que su trabajo le inspiraba y le pidió una foto. Miluska dice haberse sentido como una tiktoker, y concluyó: nosotras abrimos caminos.