Un legado para la vida y la tierra
Hace un año Berta Cáceres fue asesinada. COPINH celebra y llora a la vez: llora por Berta y celebra el nacimiento de su organización como un legado que nos inspira en un contexto duro de persecución y muerte para quienes defienden la naturaleza y la vida. Centroamérica, heredera de un pasado de guerras y desigualdades, se enfrenta a grandes proyectos extractivos instalados en el corazón del modelo económico vigente. Las mujeres defensoras configuran la primera línea de resistencia y defienden sus comunidades ante la destrucción que provocan los grandes proyectos mineros, monocultivos, las grandes hidroeléctricas a la vez que retan los roles tradicionales y construyen junto a sus comunidades y pueblos un paradigma de vida diferente. JASS, junto a nuestras aliadas, promovemos y apoyamos la construcción de poder colectivo entre las mujeres y en el fortalecimiento de sus movimientos para resistir el embate de los megaproyectos que quiebran las montañas, secan los ríos, consumen el agua, impiden sembrar para el autoconsumo.
Hace un año, una de las mujeres más extraordinarias de nuestro continente fue asesinada. Su muerte fue un golpe duro para el alma y el corazón pero también movilizó a miles de mujeres y hombres en todo el mundo; indignó y movió los corazones de todas las personas que sentimos y pensamos que la tierra, los ríos y todos los bienes naturales nos cobijan y acompañan; que sabemos que la vida de la humanidad está en riesgo de desaparecer a menos que entendamos que la naturaleza y la humanidad somos uno y que la vida nuestra es también la vida de nuestro entorno natural.
Berta Cáceres: amiga, madre, hija, luchadora, ganadora del premio Goldman y fundadora del COPINH (Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras.)11. El COPINH (https://www.copinh.org/) tiene 24 años de funcionamiento. Es una de las organizaciones más importantes en Honduras que trabaja en 200 comunidades en el territorio Lenca, una de las etnias nacionales, su trabajo en la defensa de los derechos de los pueblos indígenas sobresale por sus luchas y su organización. – organización que ella construyó hace 24 años junto con otras y otros indígenas Lencas (uno de los pueblos indígenas de Honduras), con el objetivo de garantizar que sus voces de emancipación y empoderamiento, su análisis, sus celebraciones espirituales, artísticas y culturas fortalecieran nuestra existencia – nos ha legado una mirada excepcional. Su consigna: Contra el Capitalismo, el Patriarcado y el Racismo, toca el corazón de las dinámicas y estructuras de poder que oprimen y se ejercen actualmente sobre la enorme mayoría de la humanidad. Apunta también a develar un sistema que funciona para impedir la vida en igualdad de los seres humanos y que sitúa a las mujeres, a los pueblos indígenas y a otros grupos de población en la subordinación, promoviendo la destrucción de la vida, depredando y destruyendo la tierra a cambio de la acumulación de dinero.
Desde hace un año, en marzo, el COPINH celebra y llora a la vez: llora por Berta y celebra el nacimiento de un legado que nos inspira en medio de un contexto en el que mujeres y hombres de los pueblos que defienden la tierra y los territorios de la depredación y destrucción están siendo asesinados, perseguidos y defenestrados por defender la vida. Su coraje y su persistencia en la lucha por la vida son evidentes en sus rostros, guisos y músicas. Es por eso que al igual que lo hicimos el 2 de marzo del 2016 y cada día 2 de cada mes, estuvimos ahí, en el centro Utopía (Centro de Encuentros y Amistad del COPINH), junto a otras y otros que se juntaron para presenciar la coexistencia de la alegría y el dolor, de la lucha y la represión, de la causa y la solidaridad, pero sobre todo de la fuerza y la valentía que el pueblo Lenca le regala a la humanidad. La resistencia ha implicado para estas y para muchas otras mujeres que se hermanan en la lucha por la vida, la pérdida de aspiraciones personales y colectivas. Por eso es inspirador escuchar voces como la de Betina Cruz, integrante de la Escuela de Alquimia Feminista22. La Escuela de Alquimia Feminista es el eje de JASS Mesoamérica que aborda la aprendizaje y educación, la Escuela de Alquimia Feminista surge de un tejido de relaciones solidarias, políticas y de trabajo entre mujeres activistas, educadoras y académicas de distintas regiones del mundo con amplias experiencias en educación popular, formación feminista, incidencia política, movimientos sociales y luchas por la eliminación de las desigualdades. Nace desde la experiencia acumulada e intención de JASS de impulsar procesos de educación popular feminista en respuesta a la necesidad de promover y desarrollar procesos colectivos de aprendizajes y generación de conocimientos, para fortalecer las capacidades y el accionar político de las mujeres y sus movimientos. de JASS, quien junto a otras compañeras viajó desde México para confluir con otras y otros de distintos territorios y luchas para decir: ¡No están solos! Estamos viviendo un momento en el que las mujeres que están al frente de esos movimientos por la defensa de sus derechos y el de sus pueblos son asesinadas y perseguidas y son además objeto de toda clase de rumores para desacreditarlas y marginarlas. Defender la vida del planeta es hoy un peligro mortal. Sin embargo, en palabras de Marlene Reyes33. Marlene Reyes es integrante del COPINH de la comunidad de La Esperanza. Cita tomada durante las actividades del aniversario de COPINH en entrevista para el programa radial de JASS Tercas con la Esperanza. “A 24 años de existencia El COPINH nace, renace, Berta se multiplica y las mujeres seguimos decididas a resistir”.
La región centroamericana vivió en la década de 1980 cruentas guerras que dejaron miles de muertos, desaparecidos y sociedades con profundas heridas. La represión por parte de dictaduras militares y sus aliados contra todo intento de elevar la voz ante las injusticias y desigualdades fue brutalmente acallada y no dejó lugar para espacios democráticos y formas de vivir en la diversidad que no pasaran por vías violentas.
En la década de 1990 tuvieron lugar procesos y acuerdos de paz en los países en los que la guerra era una guerra declarada, principalmente Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Honduras, laboratorio y base de la contrainsurgencia apoyada entonces por los Estados Unidos, entró en un proceso de democratización y a pesar de eso mantiene hoy la herencia de las bases militares y la cultura de la militarización, registrando, al igual que Guatemala y El Salvador, uno de los índices de violencia más altos del mundo.
Con la firma de los acuerdos de paz y las esperanzas de la apertura democrática en la región centroamericana, dos actores se develaron más claramente como sujetos políticos con derechos y aspiraciones específicas: Las mujeres y los Pueblos indígenas. Al igual que ellas y ellos, otros sectores y actores igualmente continuaron y continúan haciendo esfuerzos a través de sus organizaciones y movimientos para enfrentar las causas que provocaron las guerras en la región en el marco de la guerra sucia,44. Después del triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) el 19 de julio de 1979. Con intereses en juego, Estados Unidos no se podía permitir otros triunfos revolucionarios en la zona, e hizo lo que estuvo en sus manos para impedirlo: desde financiar ejércitos contrarrevolucionario hasta acordar con fuerzas armadas de otros países el entrenamiento de escuadrones de la muerte en el Istmo. La llamada Operación Charly, o guerra sucia, fue la respuesta para impedirlo. Esta se trató de la implementación de terrorismo de Estado a través de la inserción de métodos represivos ilegales utilizados por el ejército argentino durante la dictadura. particularmente las desigualdades que colocan a algunos países de la región entre los primeros en el mundo.
En toda la región hemos visto la penetración del crimen organizado y el narcotráfico, junto a una compleja cadena de dinámicas en las que grupos de poder económico y político participan de una corrupción sin precedentes y profundizan el empobrecimiento de la mayoría de la población. A esto se suma el surgimiento de pandillas que responden muchas veces a esos intereses y que se organizan ante la ausencia de políticas que permitan vislumbrar esperanzas para la juventud y sus familias. Los Estados en la región se ven cada vez más debilitados para asumir la protección de los derechos de sus pueblos y a cambio se convierten en instrumento de intereses corporativos y de las élites que de manera cada vez más abierta gobiernan y utilizan los recursos públicos para sus negocios. Y en ese contexto las mujeres continúan siendo las más empobrecidas, las que tienen las mayores cargas de trabajo y las que asumen cada vez más responsabilidades para el mantenimiento del hogar frente al fenómeno de la migración, en busca de oportunidades de sus convivientes varones. Y muchas veces, a causa de las violencias a la que ésta situación las expone, son ellas las que se ven obligadas a migrar junto a sus hijos/as.
Además, grandes proyectos extractivos controlados por empresas transnacionales y en muchos casos con capital nacional,55. Dos casos a resaltar son: El caso de la Resistencia pacífica de la Puya en Guatemala, donde exploraciones Mineras de Guatemala, S.A. (EXMINGUA), subsidiaria en ese momento de la multinacional canadiense Radius Gold Inc. Y la hidroeléctrica Agua Zarca, en Rio Blanco, Honduras, el cual es gestionado por la empresa hondureña Desarrollos Energéticos S.A de C.V (DESA) y en un principio fue ejecutado por la compañía de capital chino Sinohydro y ahora recibe financiamiento de la El FINFUND, BCIE y FMO. están en el corazón del modelo económico y defienden sus intereses coludidos con fuerzas de seguridad o ex militares formados durante la guerra sucia. Aprovechando el miedo instalado en imaginarios sociales y exacerbado por grandes medios de comunicación, persiguen y criminalizan la oposición a esos proyectos, particularmente a los pueblos indígenas de la región, tachándolos de terroristas y opositores al desarrollo.66. Declaraciones como éstas son las encontradas en los medios de mayor circulación nacional: “Video de Elsia Paz en Frente a Frente 11 Octubre 2016,” video en Youtube, 14:25, publicado por Ultima Hora Hn, 11 de Octubre de 2016, https://www.youtube.com/watch?v=p52e45o2KxU; “Opinión de Elsia Paz: A Oxfam se le Acabó la Fiesta en Honduras y las Razones son Espantosas,” Tiempo Digital, 5 de abril de 2017, visitado el 21 de mayo de 2017, http://tiempo.hn/elsia-paz-oxfam-se-le-acabo-la-fiesta/, al igual que las acusaciones como la que enfrenta Suyapa Martínez: “Denuncia contra Suyapa Martínez es persecución y criminalización denuncian las mujeres defensoras de derechos humanos,” Criterio, 7 de marzo de 2017, visitado el 21 de mayo de 2017, http://criterio.hn/2017/03/07/denuncia-suyapa-martinez-persecucion-criminalizacion-denuncian-las-mujeres-defensoras-derechos-humanos/. El racismo instalado como instrumento de opresión y subordinación de los pueblos originarios para subordinarlos a la economía y la cultura hegemónicas, se exacerba y se utiliza para defender esos intereses y justificar la persecución a defensores y defensoras de los bienes naturales.
En este contexto, la discriminación contra las mujeres, instrumento para mantener privilegios y justificar violaciones a sus derechos, a los de sus familias y comunidades, cobra en la región mesoamericana dimensiones sin precedentes en la historia reciente de México y Centroamérica. Con la complicidad o indiferencia de los Estados, los cuerpos de las mujeres son utilizados a través de la violencia sexual y el feminicidio para dividir a las comunidades, profundizar el miedo y generar enormes dividendos que poco o nada benefician a los pueblos. En cinco países de la región el feminicidio ocupa un alto lugar, encontrándose entre los 25 países con las tasas más altas de feminicidio en el mundo. Este fenómeno es parte de un continuum de violencia que está naturalizado desde el hogar hasta la esfera pública. Se trata de una región con altos índices de tráfico de personas con fines de explotación sexual (una de las tres actividades ilegales más lucrativas del mundo según la OIT). En 2012, “el 86% de los casos de trata de personas identificados en Centroamérica correspondió a mujeres, la mayoría niñas y adolescentes”.77. “Violencia y Trata de Personas en Centroamérica,” Save de Children, 2012, visitado el 21 de mayo de 2017, https://www.savethechildren.es/publicaciones/si-lloras-te-matamos. La tortura sexual es utilizada de manera sistemática por las fuerzas de seguridad. Un estudio reciente de Amnistía Internacional en México demostró la recurrencia con la que autoridades ejercen violencia sexual para obtener confesiones con la finalidad de elevar el porcentaje de personas detenidas por delincuencia organizada.88. “Sobrevivir a la Muerte. Tortura de Mujeres por Policías y Fuerzas Armadas en México,” Amnistía Internacional, 2016, visitado el 21 de mayo de 2017, https://www.amnesty.org/es/documents/amr41/4237/2016/es/.
Actualmente, el cierre de espacios democráticos para la participación y el reclamo de los pueblos por sus derechos está amenazando los pocos avances logrados, profundizando las desigualdades y colocando la criminalización de distintos sectores que reclaman justicia como sustituto del diálogo y la búsqueda de soluciones, agravando así los conflictos y la violencia. Es por eso que Miriam Miranda, garífuna99. El pueblo Garifuna, es uno de los grupos étnicos más grande que habita en las Costas de Honduras se estima una población aproximada de 300,000 habitantes. Están distribuidos en 47 comunidades ubicadas a lo largo de la Costa Norte Hondureña, específicamente en los departamentos de Cortés, Atlántida, Colón, Gracias a Dios e Islas de La Bahía. También hay presencia Garifuna en Guatemala, Nicaragua y Belice. coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras y compañera inseparable de lucha de Berta Cáceres enfatiza “para fortalecer la democracia, es trascendental fortalecer los movimientos sociales y sus propuestas desafiantes a este sistema que nos está devorando”.1010. Entrevista Tercas con la Esperanza, programa Radial de JASS de cara a la cumbre regional de pueblos indígenas sobre extractivismos.
La manera en que hombres y mujeres queremos vivir y relacionarnos enfrenta enormes retos para la vida de toda la humanidad. La destrucción sistemática y el deterioro del ambiente en manos de intereses privados y minoritarios prima por encima de la sobrevivencia misma del planeta. Y en esa lucha por la sobrevivencia y la vida, las mujeres siguen jugando un papel central, mostrando fuerza y resistencia ante el sistema que pretende despojarlas de los medios inmediatos para mantener la vida.
Desde hace décadas, las mujeres han venido siendo una voz que reclama los derechos no solamente de las mujeres sino de toda la sociedad. En los últimos años, en todo el mundo y en particular en América Latina,1111. Sólo para mencionar algunas: Honduras: Berta Cáceres: líder indígena Lenca CONPIN; Miriam Miranda: líder garífuna OFRANEH; Magdalena Morales: líder campesina CNTC. Guatemala: Las mujeres de la resistencia pacífica La Puya; Las mujeres de Sepur Zarco. Panamá: mujeres indígenas Ngöbe Bougle. las mujeres están en primera línea defendiendo sus comunidades ante la destrucción que provocan los grandes proyectos mineros, monocultivos, así como las grandes hidroeléctricas que destruyen el entorno natural y hacen cada vez más escasa el agua, violentando también las formas organizativas, la cultura y la vida de sus comunidades. Cada vez más, muchas mujeres se autonombran defensoras de derechos humanos, en la medida en que defienden no solo los propios sino los de sus comunidades, organizaciones y movimientos. En palabras de Alda Facio,1212. Presidenta de Grupo de Trabajo de las NNUU sobre la cuestión de la discriminación contra las mujeres en la Ley y la Práctica, asesora de JASS. nombrarnos defensoras:
Nos convierte en un movimiento enorme. Es decir, tanto las feministas como las que defienden el territorio, las que luchan contra la impunidad o la corrupción, las que luchan contra la violencia machista o por la educación para todas y todos, las indígenas que defienden su cultura al tiempo que cuestionan los aspectos patriarcales de la misma, y tantas otras mujeres en diversos movimientos sociales posiblemente son una minoría; pero si juntamos a todas las mujeres que formamos parte de diferentes movimientos bajo el nombre de defensoras, nos convertimos en muchas más. De esta forma, los movimientos y sus integrantes se complementan y se fortalecen sin perder su especificidad.
Muchas de las luchas de las mujeres contra la opresión, aunque plagadas de indignación, han estado también marcadas por la construcción de una paz justa y de relaciones armónicas que transformen la desigualdad y reivindiquen el amor y la ternura en el centro de sus luchas; abonando a la construcción de un mundo sin violencia. Es por eso que en el contexto actual, las mujeres defensoras y sus organizaciones son vistas como una amenaza; no solo porque cuestionan y ponen en riesgo la estructura de discriminación basados en el género y todos los privilegios y poder que genera, sino porque ponen en evidencia de manera sencilla y cotidiana lo perjudicial que es para la humanidad el continuar sosteniendo un sistema depredador de la vida del planeta. Entre 2012 y 2014 el Informe de Agresiones de la IM-Defensoras documentó un incremento de casi el doble en el número de agresiones registradas (45,7%) en El Salvador, Guatemala, Honduras y México.1313. “Violencia Contra Defensoras de Derechos Humanos en Mesoamérica. Diagnóstico 2012-2014,” Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras), 2016, visitado el 21 de mayo de 2017, https://im-defensoras.org/wp-content/uploads/2016/04/283951300-Informe-2012-2014-de-Agresiones-contra-Defensoras-de-DDHH-en-Mesoamerica.pdf. En estos hechos se observó que, en las defensoras converge la violencia producto de las políticas de represión y el estructural producto del patriarcado.1414. Marusia López Cruz, JASS-Asociadas por lo Justo.
Hay que decidirse como mujeres a oponernos cuando entra una empresa a nuestra comunidad, tener fuerza para hacer lo que sea necesario para defender nuestros ríos y nuestros derechos. No importa cuántas veces se cambien de nombre siempre estaremos en el roble. Paulina Gómez,1515. Paulina Gómez, integrante del COPINH y miembra de la comunidad de Río Blanco. Comunidad en resistencia ante el intento de represar el Río Gualcarque. Lucha por la cual Berta Cáceres fue galardonada con el premio Goldman y asesinada. Rio Blanco.
El temor a las mujeres por salirse de sus roles tradicionales para defender a sus comunidades se da en el marco de un proceso histórico y un modelo que las retrata como seres con poco o ningún valor en la sociedad y que niega sus derechos y libertades en los distintos ámbitos de su vida, desde la casa hasta la arena política. Históricamente las mujeres se han organizado en todos los ámbitos de la vida. El aislamiento de las mujeres desde los espacios domésticos y en lo público ha constituido una forma de limitar la toma de conciencia sobre su condición y sus aportes a la economía y al cuidado de la sociedad y el entorno. “Hacemos memoria a esa semilla de rebeldía que debe seguir germinando en todas las mujeres. Haciendo realidad el sueño de Berta en cuanto a la sanación y la justicia no solo para los pueblos sino para las mujeres.” (Lilian López)1616. Integrante de la coordinación general del COPINH y participante de la Escuela de Alquimia Feminista.
Las defensoras de derechos humanos son todas aquellas mujeres que defienden los derechos para construir un mundo justo y en igualdad. Las defensoras y activistas de la tierra y el territorio son en gran medida, pero no exclusivamente, mujeres indígenas y rurales. Mujeres que muchas veces a costa de sus vidas defienden los bienes naturales para sus hijos, hijas y sus comunidades, así como la permanencia de sus propias visiones del mundo, en las que los seres humanos convivimos con los ríos, las montañas, los bosques y los mares para la sobrevivencia común.
Las defensoras y activistas se organizan en sus comunidades desde la cotidianidad, desde las redes que tejen entre ellas en la vida cotidiana; se organizan con otras mujeres de otras comunidades y territorios para compartir experiencias, apoyarse mutuamente y construir espacios seguros en los que las mujeres se sientan libres para hablar y sanar sus traumas, para compartir estrategias de vida familiar y organizativa y para darse fuerzas. Estos espacios son variados como ellas mismas, y ya sea a través de asambleas de mujeres, de redes para combatir la violencia o de búsquedas de espacios de reflexión, es el poder de la construcción colectiva la que les empuja a seguir desafiando un contexto que constantemente les cuestiona su lugar en el mundo y en la lucha.
Muchas de estas mujeres son parte de organizaciones mixtas en su comunidad, hacer parte de comunidades y redes diversas1717. Redes de defensoras, sanadoras, mujeres indígenas y rurales. Alianzas mesoamericanas o continentales y Movimientos indígenas, campesinos, maestras, feministas, trabajadoras, artistas y ecologistas. que constituyen movimientos y traspasan fronteras. Las mujeres indígenas, en la lucha por la tierra y el territorio en particular, se solidarizan entre sí y con otras mujeres y pueblos de otras regiones, se hermanan con el pueblo de Dakota en los Estados Unidos y con otras regiones del mundo1818. Como la participación en diálogos globales donde las experiencias y acciones contra las industrias extractivas están teniendo lugar, es de particular importancia intercambios como el promovido en México, los eventos en el Foro de AWID y los intercambios con las regiones del Suereste de Asia como Camboya y el Sur de África, al igual que con otras aliadas como WOMIN para profundizar y divulgar las luchas que las mujeres estamos llevando a cabo. y se pronuncian para apoyar las aspiraciones comunes que las unen. Desde JASS –Asociadas por lo Justo, junto con nuestras aliadas, promovemos y apoyamos esa construcción de poder colectivo entre las mujeres y en el fortalecimiento de sus comunidades y organizaciones. Ya sea a través de la reflexión sobre los poderes y las prácticas de una protección holística y comunitaria, la investigación de situaciones particulares que enfrentamos las mujeres, de Escuelas populares feministas, de escuelas vivas, de consolidación de Redes, de amplificación de la voces de las mujeres en las luchas o de diálogos virtuales. Promovemos y visibilizamos los aportes que las mujeres realizamos tanto a las luchas como a la vida misma.
Las mujeres activistas y defensoras de tierra y territorio encuentran entre sí y entre quienes las apoyan las fuerzas para enfrentar las amenazas del sistema capitalista y racista. Enfrentan cotidianamente las amenazas de un sistema que las expone, a diferencia de los hombres defensores, a mayores dificultades de movilización por ser objeto de discriminación y abuso sexual,1919. IM-Defensoras, 2016. de difamación por salirse de los roles tradicionales que las limita al hogar y por levantar sus voces en contextos en donde su activismo es defenestrado por voces conservadoras y fundamentalistas que ven en el ejercicio de sus derechos una amenaza al poder tradicional.
Las defensoras: mujeres indígenas y rurales día a día protegen sus comunidades de la destrucción ambiental; apuntan no solamente a resistir el embate de los megaproyectos que quiebran las montañas, secan los ríos, consumen el agua, impiden sembrar para el autoconsumo, sino que junto a sus comunidades y pueblos proponen también un paradigma de vida diferente. El paradigma del Buen Vivir:2020. “Paradigma del buen vivir. L. Chávez. (ponencia completa) - Curso Calcuta Ondoan - UPV 2014,” Video en Youtube, 1:37:28 (minuto 11:33), Publicado por Calcuta Ondoan ONGD, 28 de noviembre de 2014, https://www.youtube.com/watch?v=1BJplCB4Mg8. ese sueño de una vida distinta, el cual sienta bases para que nos preguntemos cómo vivir en armonía con la naturaleza, con relaciones armónicas y sin violencia, construyendo también poderes colectivos y liderazgos que nos aporten ternura, sabiduría y vida en colectividad. Del mismo modo, el feminismo ha dado aportes fundamentales que abonan a que estos paradigmas tomen en cuenta todas las dimensiones de la vida y las particularidades históricas para reconstruir los tejidos que nos permitan hacerle frente a la violencia que enfrentamos cada día.
Después de compartir con COPINH durante las actividades del aniversario, las palabras de Tomás Gómez, coordinador general, resuenan en nuestros corazones “Cuando exigimos respeto a la naturaleza, lo hacemos no solo por nosotros como pueblo sino por la vida, aún por la vida de los hijos e hijas de todos los que quieren acabarla. Por eso nuestra lucha no es solo justa sino incluyente.” Nuestros corazones se llenaron de amor, ternura, música, sanación y energías que nos revitalizaron para continuar construyendo Alquimia feminista junto a otras y otros que también están construyendo la vida.