Por Revista Sur
El siguiente texto es resultado de una entrevista que Sonia Corrêa11. Sonia Corrêa es actualmente coordinadora del Observatorio de Sexualidad y Política (Sexuality Policy Watch - SPW, por su original en inglés). amablemente concedió a la Revista Sur a principios de diciembre de 2022. En medio de una agenda repleta de trabajos de investigación e incidencia nacional e internacional sobre derechos humanos, en el ámbito de las políticas de género y sexualidad, Sonia, con la precisión y profundidad de análisis que la caracterizan, nos habló durante dos horas (vía Zoom) sobre las tramas ultraconservadoras que nos han llevado al momento actual en Brasil y en el mundo.
En detalle, ha trazado un hilo lógico, aunque no siempre evidente, de articulación global que involucra a gobiernos, movimientos religiosos y seculares, sectores económicos y mediáticos en una compleja red de conexiones políticas que desembocan en una feroz ultraderecha. A pesar de su longevidad, esta ultraderecha presenta importantes innovaciones no sólo en su estrategia de movilización, sino también, y lo que es más preocupante, en otra forma de disputa en el campo de los derechos humanos; una disputa que es de orden epistemológica, hermenéutica y gramatical.
Uno de los puntos clave del recorrido histórico-político de la reconfiguración del movimiento conservador transnacional presentado por Sonia Corrêa es el lugar central que América ocupa en él, pero particularmente Brasil, donde algunas figuras clave del gobierno de Bolsonaro han jugado un papel protagónico en la construcción y fortalecimiento de estas conexiones internacionales de antiguo y largo alcance.
Revista Sur • ¿Qué explicaría el alcance y la fuerza del movimiento conservador transnacional?
Sonia Corrêa • Una primera respuesta obvia: el poder y la fuerza de las formaciones de ultraderecha y del ultra-conservadurismo religioso provienen del poder de los actores que participan en ellas. Se trata de fuerzas “naturalmente poderosas”. Tanto si nos fijamos en las élites económicas que están presentes en estas formaciones (las grandes corporaciones, por ejemplo); como si nos fijamos en el ámbito religioso, empezando por la Iglesia católica, que ha sido y sigue siendo una institución milenariamente poderosa, y también en las fuerzas religiosas evangélicas. Por supuesto, el cristianismo evangélico está mucho más disperso y es mucho más heterogéneo, con iglesias más grandes y más pequeñas, pero hay fuerzas muy poderosas, sobre todo en Estados Unidos, pero también en Brasil. Además, los sectores evangélicos tienen mucho poder mediático.
Así que lo que explica la fuerza del movimiento conservador es su propio poder. Un poder que quieren preservar, ya sea mediante la política como tal, o recurriendo a la política moral, con la imposición de normas de conducta. Su alcance deriva en parte del poder original de las fuerzas que lo mueven, pero hay otro elemento a considerar: su alcance histórico, es decir, su longevidad. La dinámica de las movilizaciones ultraconservadoras y ultraderechistas en el presente es tan intensa que los análisis a menudo pierden de vista esta dimensión.
En América Latina en general, y en Brasil en particular, tienden a prevalecer narrativas que enfatizan la aparición súbita, la irrupción sorpresiva de fuerzas de extrema derecha que imaginábamos retiradas a sus tumbas, que suponíamos erradicadas por el proceso de redemocratización, que, en el caso del Cono Sur, fue una democratización de alta intensidad, pues implicó el fin de las dictaduras militares. Estas dictaduras compartían ideologías que no son exactamente las mismas, pero que tienen rasgos comunes con los discursos y agendas movilizados por estas fuerzas en la actualidad. Éric Fassin ha descrito a Brasil como un laboratorio en el que se han entrelazado el fascismo, el ultraliberalismo, el racismo y la ideología antigénero.22. Éric Fassin, “Brasil: o laboratório interseccional do neoliberalismo.” Cult, 22 de octubre de 2019, consultado el 27 de enero de 2023, https://revistacult.uol.com.br/home/neoliberalismo-interseccional/. Pero señala un laboratorio anterior, Chile, porque la racionalidad neoliberal se puso a prueba en el Chile de [Augusto] Pinochet antes de aplicarse a Estados Unidos e Inglaterra, bajo [Ronald] Reagan y [Margaret] Thatcher respectivamente. Y la dictadura chilena tenía una asociación visceral con el ultraconservadurismo católico, que era muy poderoso, incluso cuando una parte de la Iglesia denunciaba las violaciones de los derechos humanos. El Tribunal Supremo de Pinochet suprimió la ley del aborto terapéutico para salvar la vida de las mujeres justo antes de la transición. En el contexto de los acuerdos posteriores, la Concertación firmó un pacto con la Iglesia para no cambiar esta definición legal. La ruptura de este pacto sólo se produciría en 2016, cuando [Michelle] Bachelet presentó en el Congreso una propuesta de reforma que permitía el aborto en casos de violación, riesgo vital y malformación fetal.
Es importante subrayar estas trayectorias históricas porque en América Latina hemos vivido una especie de vértigo democrático, como dice Rita Segato; se nos ha hecho pensar que estas fuerzas del reaccionarismo y del ultraconservadurismo se habían retirado a sus rincones oscuros y que permanecerían allí, porque la democratización las habría domesticado. Pero no es así, como escribió [Michel] Foucault hace mucho tiempo, la tentación totalitaria acecha siempre a las democracias liberales. Entonces este “vértigo democrático” que vivimos entre los años 1980 y 2010 nos impidió darnos cuenta de que, mientras nos democratizábamos, las fuerzas reaccionarias y ultraconservadoras, tanto en el ámbito secular como en el religioso (católico y evangélico), estaban en franco proceso de reconfiguración y reorganización en Europa y Estados Unidos, más especialmente en Estados Unidos.
Esta reconfiguración se ha producido en Europa de una forma más intelectual. No ha habido, hasta hace poco, una movilización política tan evidente como en Estados Unidos,33. En Europa, contarían con el apoyo y la contribución del ultracatolicismo y del propio Vaticano, cuya restauración conservadora comenzó en 1979, cuando Wojtyla se convirtió en Papa (Juan Pablo II) y luego nombró al cardenal Ratzinger al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Conviene recordar que ambos eran figuras intelectuales, especialmente Ratzinger, que tuvo una larga carrera académica antes de llegar al Vaticano. donde esta movilización siempre ha sido política. Comenzó en los años setenta con una estrategia de los líderes del Partido Republicano para recuperar credibilidad y poder político en un contexto de crisis: Watergate, la dimisión de [Richard] Nixon y los efectos de la guerra de Vietnam. Esta estrategia utilizaba como lema la necesidad de reaccionar ante la secularización y el excesivo liberalismo de la sociedad estadounidense; y se desplegaría en el llamado Movimiento de la Mayoría Moral, dirigido y coordinado por el pastor Jerry Falwell, que aglutinó a pastores mediáticos, actores eclesiales y sociales ultracatólicos, pero también a poderosos sectores seculares, CEOs y think tanks como la Heritage Foundation y el International Policy Forum. Se trataba de una movilización ultraconservadora pero decididamente ecuménica. No es sorprendente que la decisión del Tribunal Supremo de 1973 en el caso Roe vs Wade, que estableció el derecho constitucional de la mujer al aborto basándose en el principio de la intimidad, fuera uno de los primeros objetivos de esta movilización. Históricamente, la Iglesia católica se había opuesto al aborto desde el siglo XIX, pero no fue sino hasta la década de 1970 que iglesias protestantes y evangélicas se alinearon con esta postura.44. Hay registros que demuestran que, por ejemplo, la Convención Bautista del Sur, que es una de las más poderosas de Estados Unidos, no se oponía radicalmente al derecho al aborto antes de Roe contra Wade, pero unos años más tarde se pondría a la cabeza de las movilizaciones antiabortistas.
La decisión de 1973 fue anulada el 24 de junio de 2022, en la sentencia del caso Dobbs [vs. Jackson Women’s Health Organization], volviendo el aborto prácticamente ilegal en buena parte de los estados norteamericanos. Este dramático revés fue el resultado de una inversión realizada durante casi 50 años por estas fuerzas ultraconservadoras (y cada vez mejor reorganizadas) para restringir la autonomía sexual y reproductiva de las mujeres y las personas gestantes. Esta es la ilustración más convincente que puedo ofrecer de la longevidad de esta reorganización y sus efectos nocivos.55. Ver la nota y compilación sobre la decisión Dobbs elaborada por la SPW en: “A decisão ‘Gilead’: uma compilação,” Sexuality Policy Watch, 15 de julio de 2022, visitado el 27 de Enero de 2023, https://sxpolitics.org/ptbr/a-decisao-gilead-uma-compilacao/12706.
La trayectoria que condujo a la derogación de Roe vs. Wade también ilustra la dinámica que los autores europeos han denominado el giro gramsciano de la derecha.66. Ver Sonia Corrêa, David Paternotte y Roman Kuhar, “A globalização das campanhas anti-gênero.” Sexuality Policy Watch, 25 de junio de 2018, consultado el 27 de enero de 2023, https://sxpolitics.org/ptbr/a-globalizacao-das-campanhas-anti-genero/8513. Una derecha que deja de ser estática y reaccionaria, en defensa del orden y las instituciones, para convertirse en un motor de movilización política que empieza a disputar valores, concepciones políticas y sentido común en torno a muchas cuestiones, pero empezando por las relacionadas con el género y la sexualidad. Una derecha que abre una disputa con el feminismo y el emergente movimiento LGBTTIA+ en torno a nuevas perspectivas sobre el deseo y la identidad sexual, el derecho al aborto y las formas de familia. En Estados Unidos, estas disputas se desarrollarían más tarde en relación con las luchas antirracistas, los conflictos medioambientales y la defensa de los inmigrantes.
Estas “amenazas” se enumerarían bajo la categoría acusatoria de “marxismo cultural”, que comenzó a circular con gran intensidad tras la implosión de los regímenes socialistas en Rusia y Europa del Este, dejando a la ultraderecha estadounidense y mundial sin su principal enemigo. Sin duda, la digitalización de la política ha facilitado esta circulación. Pero el rasgo más importante del llamado giro gramsciano de la derecha ha sido la relativización de las estrategias verticales y geopolíticas en favor de feroces contiendas por los corazones y las mentes para alienar y neutralizar a “los enemigos internos” del orden político y social, o incluso, según algunos autores, de la civilización occidental.
Otra estrategia de la ultraderecha ha sido intensificar y diversificar la ocupación de los espacios políticos institucionales. En Estados Unidos, esta “nueva vieja derecha” se reorganizó de forma absolutamente sistemática,77. Ver Dan Allosso, “12. The New Right” in US History II: Gilded Age to Present (Bemidji: Bemidji State University, 2020), consultado el 4 de enero de 2023, https://mlpp.pressbooks.pub/ushistory2/chapter/the-new-right/. adoptó estrategias persistentes para ocupar el poder judicial, logrando nombrar jueces en los circuitos regionales de los tribunales federales estadounidenses e influyendo en los gobiernos republicanos de Reagan, [George] Bush, [George] Bush hijo y [Donald] Trump, logrando cambiar radicalmente la composición del Tribunal Supremo. Cambio que explica la decisión de Dobbs de 2022. También ha habido una inversión brutal en producción académica conservadora, especialmente jurídica.88. En 2005, Ives Gandra Martins tradujo y publicó en Brasil Direito Fundamental à Vida, un libro de casi 1.000 páginas con artículos elaborados por el complejo académico conservador estadounidense sobre el aborto y temas afines, que sin duda tuvo gran influencia entre las fuerzas que se oponen al derecho al aborto en el país. El título está disponible en PDF en la Biblioteca Digital del Tribunal Superior de Justicia.
Los Estados Unidos de los años setenta fueron como un campo de pruebas para la reorganización ultraconservadora. Pero los actores y actrices de la escena estadounidense estaban ciertamente en comunicación con el campo ultraconservador europeo, especialmente en el Reino Unido de Margaret Thatcher (entre 1979 y 1990). Stuart Hall, en un texto clásico de los años 80 sobre la era Thatcher, ya calificaba lo que estaba ocurriendo en Inglaterra de “revolución conservadora”.99. Stuart Hall, The Hard Road to Renewal: Thatcherism and the Crisis of the Left (United Kingdom: Verso, 2021).
Ciertamente había otras conexiones con Europa, sobre todo a través de los canales ultracatólicos, cuyas bases siempre han sido poderosas en Italia, Francia y también en Alemania. Pero las ideas también viajaron por los circuitos del propio Vaticano.1010. En su magistral libro sobre Juan Pablo II, Bernstein y Politti relatan cómo, durante el gobierno Reagan, William Case, jefe de la CIA, hacía retiros en el Vaticano, aprovechando para discutir con Wojtyla estrategias geopolíticas acerca de Polonia y de Nicaragua. Carl Bernstein y Marco Polit, Sua Santidade - João Paulo II e a História Oculta de Nosso Tempo (São Paulo: Objetiva, 1996). En 1985, [Joseph Aloisius] Ratzinger expresó un gran malestar por las teorías feministas de la sexualidad, alegando que amenazaban potencialmente la concepción misma de la humanidad.1111. Fernando Geronazzo, “Livro-entrevista de Ratzinger sobre a fé e os desafios do pós-Concílio é reeditado no Brasil.” O São Paulo, 18 de diciembre de 2021, consultado el 27 de enero de 2023, https://osaopaulo.org.br/destaque/livro-entrevista-de-ratzinger-sobre-a-fe-e-os-desafios-do-pos-concilio-e-reeditado-no-brasil/. Pero hay que decir que el campo laico ultraconservador también se reorganizó en Europa a partir de los años setenta, orbitando especialmente en torno al Grupo de Investigación y Estudios para la Civilización Europea (Groupement de Recherche et d’Études pour la Civilisation Européenne – GRECE, en el original francés) coordinado por Alain de Benoist, cuya producción llegó sin duda a Estados Unidos y otros contextos.
Sin embargo, es importante señalar que Brasil y América Latina también estaban en el mapa de esta reorganización. He aquí algunas ilustraciones: Benjamin Cowan, en su libro Moral majorities across the Americas: Brazil, the United States, and the creation of the religious right (Mayorías morales a lo largo de las Américas: Brasil, Estados Unidos, y la creación de la derecha religiosa, en traducción libre), examina, entre otras conexiones, la relación entre Paul Weyrich y Plinio Corrêa de Oliveira, fundador de la Sociedad Brasileña de Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad (TFP). Weyrich1212. Weyrich fue un ultra católico estadounidense que tras el Concilio Vaticano II se desafilió de la Iglesia católica y se unió a una iglesia ortodoxa griega para no someterse a las reformas propuestas por Juan XIII. fue el fundador de The Heritage Foundation, uno de los think tanks conservadores estadounidenses surgidos en la década de 1970, así como de la Conservative Political Action Conference (CPAC), más conocida en Brasil, ya que celebró tres encuentros en el país durante el Gobierno de Bolsonaro.
Weyrich también creó y dirigió el Foro de Política Internacional, con amplia actuación transnacional, incluso en Brasil, donde estuvo varias veces y se convirtió en amigo íntimo de Plinio Corrêa de Oliveira, siendo divulgador inclusivo de Revolución y contrarrevolución, considerada la obra maestra de Plinio en los Estados Unidos. Weyrich también mantuvo una sólida asociación con William Lind, que más tarde sería conocido como el inventor del “marxismo cultural”, aunque él sólo recopiló y difundió ideas inventadas por otros. 1313. Ver “Guerras culturais: uma batalha pela alma do Brasil”, Podcast de Globo Play - Pablo Ortellado, 2022, consultado el 27 de enero de 2023, https://globoplay.globo.com/podcasts/guerras-culturais-uma-batalha-pela-alma-do-brasil/bb970d66-e4d0-4087-bb44-84436175ddd8/. Bajo la dirección del professor de la Universidad de São Paulo (USP) Elena Martins Para iluminar un poco más estas tramas del pasado con luces del presente, Ordo Iuris, instituto polaco dedicado a la elaboración jurídico-política conservadora, fue creado por la europea “Tradición, Familia y Propiedad”, rama de la antigua TFP brasileña (y no al revés), que está dirigida por brasileños residentes en Europa y mantiene conexiones con el Instituto Plinio Corrêa de Oliveira (IPCO).1414. Entre 2017 y 2012-2013, el IPCO fue el gran propagador del fantasma de la “ideología de género” en canales digitales.
Otro personaje de esta misma trama es el argentino Alejandro Chafuen, que vive desde hace tiempo en Estados Unidos y es más joven que Plinio y Weyrich. Dirigió la Red Atlas (Atlas Economic Research Foundation), que también difundió programas del llamado conservadurismo moral articulados en defensa de políticas ultraliberales. Atlas ha tenido y sigue teniendo una fuerte presencia e influencia en los países de habla hispana.1515. Chafue estuvo en Brasil en 2019, cuando participó de un debate con Brasil Paralelo.
Muy significativo en este seguimiento es también el libro de 2012 Women of the Right (Mujeres de derecha, en traducción libre), de 2012.1616. Kathleen M. Blee y Sandra McGee Deutsch, Women of the Right: Comparisons and Interplay Across Borders (University Park: PSU Press, 2012). En el capítulo “Transnational Connections Among Right-Wing Women: Brazil, Chile, and the United States” (Conexiones transnacionales entre mujeres de derechas: Brasil, Chile y Estados Unidos), Margaret Power analiza una visita a Estados Unidos de mujeres brasileñas en octubre y noviembre de 1964 que habían organizado las Marchas Familiares con Dios por la Libertad contra el gobierno de João Goulart. En esta gira patrocinada por el Departamento de Estado, estas mujeres compartieron su exitosa experiencia política con activistas y mujeres líderes del campo ultraconservador, entre ellas Phyllis Schaeffler, ampliamente conocida como la voz más antifeminista y anticomunista de su tiempo.
Este breve rescate confirma que Cowan1717. Recomendamos la entrevista de Benjamin A. Cowan a la Investigación Fapesp: Glenda Mezarobba, “Benjamin A. Cowan: O Brasil e a nova direita.” Pesquisa Fapesp, julio de 2021, visitado el 27 de enero de 2023, https://revistapesquisa.fapesp.br/benjamin-a-cowan-o-brasil-e-a-nova-direita/. tiene razón al afirmar que el pensamiento ultracatólico brasileño y otras conexiones con América Latina deben tenerse en cuenta en la gestación y maduración de la “revolución conservadora cristiana” en Estados Unidos; fantasmagorías y modalidades de acción política que nos acechan en el presente y que comenzaron a germinar hace mucho tiempo.
Lo nuevo que hay que tener en cuenta en el escenario actual es, por un lado, la globalización y digitalización de la política después de 1990, que intensificó estos intercambios transnacionales, multiplicando geométricamente sus redes de conexión; y aunque esta nueva realidad comunicacional ha sido positiva para el campo progresista de la sociedad civil mundial, ha sido crucial para las fuerzas ultraconservadoras que hoy pilotan el gigante de la información y las guerras digitales. Por otro lado, y ya mencionado, el abandono de la posición estática en defensa del orden y hacia un compromiso con la disputa por el sentido común y los conceptos, el giro gramsciano, que hace que esta derecha se convierta, como dice Pablo Stefanoni, en una derecha callejera,1818. Pablo Stefanoni, ¿La rebeldía se volvió de derecha?: Cómo el antiprogresismo y la anticorrección política están construyendo un nuevo sentido común (y por qué la izquierda está perdiendo la iniciativa) (Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2021). una derecha que sale a las calles.
Es muy significativo que «el problema de género» surgiera exactamente en el momento de la transición a la globalización y de la intensificación de la comunicación, en el Vaticano y en las Naciones Unidas; es decir, un escenario transnacional por excelencia. Hasta hace poco, no acabábamos de comprender el significado de esta coincidencia. Interpretamos la enérgica reacción del Vaticano en materia de género en 1995, en el paso de El Cairo a Pekín, como un episodio “genéticamente” ligado a la reacción ultraconservadora del catolicismo frente a las conquistas y transformaciones epistémicas en el campo de los derechos de la mujer, la sexualidad y la reproducción1919. Para um analisis más detallado de este episodio, ver Sonia Corrêa, “A ‘política do gênero’: um comentário genealógico,” Cadernos Pagu 53 (2018), consultado el 27 de enero de 2023, https://periodicos.sbu.unicamp.br/ojs/index.php/cadpagu/article/view/8653407.. Sin duda fue así, pero este momento inaugural de la política anti-género debe leerse como un capítulo singular y muy relevante en la trayectoria de reconfiguración del campo ultraconservador y ultraderechista.
Como señalo en el artículo “La política de género” ya referenciado,2020. Ibid. en Pekín, el Vaticano no manifestó la misma furia en materia de género que en Nueva York seis meses antes, pero esta furia renacería en los procesos de Revisión +5 (1999-2000). Entre medias, un trabajo intelectual sistemático comenzó a sedimentar el carácter acusatorio de la “ideología de género”.2121. Es importante referir que la terminología de la ideología de género puede ser encontrada en textos feministas feminales de los años 1970, como en el artículo clásico de Monique Wittig, “Não se nasce mulher,” en Pensamento feminista: Conceitos fundamentais, org. Heloisa Buarque de Holanda (Rio de Janeiro: Bazar do Tempo, 2019), consultado el 27 de enero de 2023, https://www.mpba.mp.br/sites/default/files/biblioteca/direitos-humanos/direitos-das-mulheres/obras_digitalizadas/heloisa-buarque-de-hollanda-pensamento-feminista_-conceitos-fundamentais-bazar-do-tempo-_2019_.pdf. El lenguaje se utilizó por primera vez en el campo ultraconservador en una de las entrevistas con Ratzinger publicadas en 1997.2222. Entrevista del periodista alemán Peter Seewald con el Cardenal Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) en 19987, cuando él aún era Mayor de la Congregación lara la Doctrina de la Fe. La entrevista fue publicada en forma de libro: Joseph Ratzinger y Peter Seewald, O Sal da Terra: O Cristianismo e a Igreja Católica no limiar do terceiro milênio (Rio de Janeiro: Imago, 1997). Luego fue retomado por monseñor Michel Schooyans en el libro L’Évangile face au désordre mondial (El Evangelio ante el desorden mundial, en traducción libre), ese mismo año, 2323. Michel Schooyans, L’Évangile face au désordre mondial (Paris: Fayard, 1997), consultado el 27 de enero de 2023, https://excerpts.numilog.com/books/9782706251467.pdf. Aquí hay una conexión importante, pero inexplorada, entre el ultraconvervadurismo en Brasil y en Europa, pues Schooyans vivió en Brasil entre 1959 y 1969 y aquí publicó, entre otras cosas, el libro El comunidmos y el futuro de la Iglesia, título que aparece muy rápidamente cuando se busca el nombre de monseñor en Google. y poco después en un documento de 1998 preparado por los obispos peruanos.2424. No es casual que, justo después del texto de los obispos peruanos, se registre una contribución sustantiva de autores y traductores latinoamericanos en la elaboración y propagación de fantasmas antigénero. Los ejemplos más famosos son el colombiano Alejandro Ordóñez y los argentinos Jorge Scala, Agustín Laje y Nicolas Marques. Aunque el término no es utilizado por Dale O’Leary en su libro The gender agenda (La agenda de género, en traducción libre) (1997), el contenido sustantivo es el mismo. Estos tres textos seminales asocian el género o la “ideología de género” con el marxismo.
El siguiente paso sería la transposición de esta elaboración en el Vaticano, donde se producirían documentos teológicos de referencia sobre la “amenaza de género”. Los más relevantes son el Léxico – Pontificio Consejo para la Familia (2003) y la Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la colaboración de hombres y mujeres en la Iglesia y en el mundo (2004).2525. “Carta Aos Bispos da Igreja Católica Sobre a Colaboração do Homem e da Mulher na Igreja e no Mundo," Vaticano, 2004, consultado el 27 de enero de 2023, https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20040731_collaboration_po.html. Para um visión detallada de esta genealogia recomendamos la entrada “Ideologia de Gênero” en Termos Ambíguos do Debate Político Atual: Pequeno Dicionário que Você Não Sabia que Existia. Para uma revisión más detallada recomendamos el artículo de Rogério Junqueira “‘Ideologia de gênero’: Uma ofensiva transnacional”, Tempo & Presença no. 32 (junio de 20199, consultado el 27 de enero de 2023, http://www.koinonia.org.br/tpdigital/uploads/Ideologia-de-Genero-KN_out_2018.pdf. Un año después de esta carta, Ratzinger sería consagrado Papa y en la homilía de Navidad de 2008 establecería por primera vez una relación entre los “efectos de la ideología de género” y la destrucción de la “ecología del hombre”. 2626. “Missa na solenidade da epifania do Senhor: Homilia do Santo Padre Bento XVI,” Vaticano, 6 de enero de 2008, consultado el 23 de enero de 2023, https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/pt/homilies/2008/documents/hf_ben-xvi_hom_20080106_epifania.html. Esta opinión se reiteraría en la Asamblea General de la ONU de 2009, cuando el Papa vinculó el género a la destrucción de los bosques.
En 2013 estallaron amplias movilizaciones sociales en Europa y América Latina que configuraron, en mayor o menor medida, un escenario de “el pueblo contra el género”. En Europa, el icono de esta nueva era fue la organización La Manif Pour Tous2727. La Manif Pour Tous , Homepage, 2023, consultado el 23 de enero de 2023, https://www.lamanifpourtous.fr. de París, que lanzó al mundo la estética de “las niñas visten de rosa” y “los niños visten de azul”. Ese mismo año se crearon dos bastiones de la política antigénero: la plataforma digital Citizen Go en España y el instituto Ordo Iuris en Polonia.
En América Latina, al principio las ofensivas fueron sectoriales. En 2013 -como ya había ocurrido el año anterior en Paraguay-, el “género” y la “ideología” fueron atacados en el Plan Nacional de Educación (PNE) brasileño. Y una resolución sobre orientación sexual, identidad de género y derechos humanos fue objeto de una virulenta polémica en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos. Aunque estas ofensivas en el ámbito de la educación no tuvieran mayor visibilidad inmediata, sus efectos serían desastrosos, con repercusiones deletéreas en la política educativa y en el entorno escolar.2828. Para más información sobre las implicaciones a largo plazo de estas ofensivas, en Brasil, ver el libro: Ofensivas Reacionárias, Resistências Democráticas e Anúncios pelo Direito Humanos à Educação, org. Denise Carreira e Bárbara Lopes (São Paulo: Ação Educativa, 2022), consultado el 27 de enero de 2023, https://generoeeducacao.org.br/wp-content/uploads/2022/12/Livro-2022_GÊNERO-E-EDUCAÇÃO-ofensivas-reacionárias-resistências-democráticas-e-anúncios-pelo-direito-humano-à-educação.pdf.
Desde entonces, estas movilizaciones se han multiplicado en la región, con mayor o menor intensidad según los contextos. Destaco tres características o aspectos. Aunque las ofensivas contra el género se dirigen a cuestiones que siempre han sido atacadas por el campo conservador, no deben leerse como “más de lo mismo”. Entre otras razones, porque ya no son exclusiva o predominantemente religiosos, ni pueden explicarse sólo como backlash (reacción) o “efectos de los fundamentalismos”; están impulsados por formaciones heterogéneas e interseccionales. Como ya he dicho, son hidras de muchas cabezas que se mueven en distintas direcciones y beben de fuentes ideológicas contradictorias, lo que dificulta su lectura.2929. Ver Sonia Côrrea, “Ideologia de gênero: assim surgiu o espantalho.” Outras Palavras, 14 de mayo de 2021, consultado el 23 de enero de 2023, https://outraspalavras.net/direita-assanhada/ideologia-de-genero-assim-surgiu-o-espantalho/.
Además, en América Latina, la asociación entre género y marxismo es muy sólida. Aquí, si el espantajo del “género” activa el pánico moral ante los trastornos sexuales (especialmente la pedofilia), el fantasma del marxismo ha agitado capas profundas de anticomunismo y repudio del igualitarismo que creíamos desactivadas. Por último, estos ciclones se han vinculado a dinámicas electorales de alta intensidad, produciendo tormentas perfectas para llevar a la ultraderecha al poder. Brasil es el ejemplo más emblemático y dramático, entre otras razones, porque ha trasladado la ideología de género a la política estatal.3030. “Ofensivas Antigênero no Brasil: políticas de Estado, legislação, mobilização social”, Sexuality Policy Watch, 2021, consultado el 27 de enero de 2023, https://sxpolitics.org/ptbr/ofensivas-antigenero-no-brasil-politicas-de-estado-legislacao-mobilizacao-social/12156.
Lo que acabo de describir es un “tipo ideal” de política antigénero al estilo gramsciano: movilizaciones sociales amplias y heterogéneas contra el “género” o la “ideología de género” que a menudo van unidas a dinámicas político-electorales. Sin embargo, las cosas no siempre suceden así, ni siquiera en América Latina. En Paraguay y Guatemala, los gobiernos conservadores que no se apoyaron en las movilizaciones anti-género para ser elegidos han absorbido y legitimado sus posiciones, convirtiéndolas en políticas públicas.
Tampoco hubo movilizaciones anti-género como en la dinámica que eligió a Trump en 2016 (aunque sí un alto grado de misoginia, racismo y LGTBfobia); pero los ataques al «género» en forma de restricciones a los derechos de las personas transexuales estallaron rápidamente y desde entonces han escalado de forma vertiginosa. Cuando Putin llegó al poder en 2003, las ofensivas anti-género del presente aún estaban en gestación. Pocos años después, Putin, en alianza con el líder de la Iglesia Ortodoxa, adoptó discursos y políticas francamente homofóbicas para convertirse posteriormente en un enérgico portavoz mundial de la ideología anti-género y, según varios estudios, en un financiador de las guerras de género en Europa.3131. Ver, por ejemplo, “Tip of the Iceberg: Religious extremist - Funders against Human Rights for Sexuality & Reproductive Health in Europe,” European Parliamentary Forum for Sexual and Reproductive Rights, 15 de junio de 2021, consultado el 27 de enero de 2023, https://www.epfweb.org/node/837.
Es muy importante comprender estas diferencias y matices. Hay políticas anti-género en América, en Europa, en el mundo postsoviético, en África, en Asia (Taiwán y quizá Corea), en Oceanía (Australia y, al parecer, Nueva Zelanda), pero no se manifiestan de la misma manera en todas partes.
Sur • Volviendo a Brasil, ¿cómo situar al país en el mapa de esta reconfiguración?
S.C. • Largos recorridos de nuestra historia política explican el ultraconservadurismo inercial de la sociedad que se vería incitado por las ofensivas de la última década. Pero antes de rescatar estos viejos senderos, es necesario decir que en Brasil, como en América Latina en general, la instalación de las guerras de género fue favorecida por la intersección de tres tendencias sistémicas de largo plazo.
El primero corresponde a la trayectoria de redemocratización que marcó el panorama regional en las últimas cuatro décadas y, sobre todo, a los déficits de los regímenes democráticos que surgieron de ella; en particular, los residuos del autoritarismo social e institucional y la persistencia de la violencia relacionada con la economía del narcotráfico y la guerra contra las drogas (especialmente relevante en Brasil). El segundo fue la continua penetración de la racionalidad neoliberal inaugurada por el Chile de Pinochet y sus múltiples impactos: desigualdad y precariedad social, erosión de la esfera política y reconfiguración de las subjetividades. Por último, hay que tener en cuenta la creciente politización del ultraconservadurismo religioso. La restauración de la ortodoxia en el Vaticano tuvo fuertes repercusiones en las corrientes católicas progresistas y sedimentó la infraestructura ortodoxa en la que se anclan las ofensivas actuales. Pero también, a partir de los años 80, asistimos a la vertiginosa expansión del evangelicalismo fundamentalista que acabaría arrastrando a otras denominaciones al campo dogmático. Y, como sabemos, la teología de la prosperidad movilizada por una parte del segmento evangélico llevó agua a los molinos de la neoliberalización de la vida social.3232. En el prefacio del e-book en el que fueron publicados los resúmenes de los estudios de caso regionales en portugués fue hecha, con Richard Parker, una elaboración más larga sobre estas condiciones estructurales. Ver Políticas Antigênero na América Latina: Estudos de Caso - Versões Condensadas, ed. Sonia Côrrea (Rio de Janeiro: Associação Brasileira Interdisciplinar de AIDS - ABIA, 2021), consultado el 27 de enero de 2023, https://sxpolitics.org/GPAL/uploads/resumos-pt/E-book-Resumos-PT-02082021.pdf.
Volviendo atrás en la historia, en la década de 1930 Brasil fue escenario de un amplio movimiento fascista que tenía muchos vínculos transnacionales, como Ação Integralista Brasileira (Acción Integralista Brasilera -AIB).3333. Ver Leandro Pereira Gonçalves y Odilon Caldeira Neto, O Fascimo dos Camisas Verdes (São Paulo: FGV Editora, 2020), consultado el 27 de enero de 2023, https://editora.fgv.br/produto/o-fascismo-em-camisas-verdes-do-integralismo-ao-neointegralismo-3544. A pesar de su nacionalismo exacerbado, el Integralismo estaba conectado con Europa, donde tenía fuertes lazos con el salazarismo y el fascismo italiano y muchos otros países.3434. Caldeira Netto enlista los contatos orgânicos em Montevideo, Buenos Aires, Filadelfia, Ginebra, Zurich, Varsovia y Berlín; y conexiones com Nueva York, Washington, Paris, Santiago de Chile, Toquio y Las Palmas. El integralismo era un tipo de fascismo “clerical”. Plínio Salgado y Gustavo Barroso no sólo eran fervientes católicos, sino que su narrativa ideológica estaba anclada en concepciones cristianas (católicas) de integridad y jerarquía social; varios clérigos eran miembros de la AIB.3535. El caso más emblemático – y curioso – es el de Dom Helder Câmara, que fue secretario particular de Plínio Salgado. Caldeira Netto subraya que la AIB contó también con la participación de protestantes y kardecistas, es decir, tuvo un trazo ecuménico no tan visible a primera vista.
La resistencia del sentimiento anticomunista en Brasil también viene de lejos. Se remonta a la Primera República, es escalada en el “Estado Novo”, y se desencadenaría persistentemente durante la Guerra Fría, sobre todo en los militares y las clases medias, hasta el golpe de 1964. Como han mapeado varios investigadores, los intercambios entre Brasil y Estados Unidos continuaron después de 1985 en el campo de los estudios estratégicos y militares y abrieron canales por los que circularon con gran intensidad las tesis y nuevas fórmulas de la “revolución conservadora” iniciada en la década de 1970.3636. Ver Lucas Pedretti, “Os ecos do Orvil em 2021, o livro secreto da ditadura.” Agência Pública, 30 de agosto de 2021, consultado el 27 de enero de 2023, https://apublica.org/2021/08/os-ecos-do-orvil-em-2021-o-livro-secreto-da-ditadura/; y João Cezar de Castro, Guerra Cultural e Retórica do ódio: Crônicas de um Brasil Pós-político (Goiânia: Editora e Livraria Caminhos, 2021).
En los circuitos militares brasileños, el espantajo del “marxismo cultural”, más tarde asociado al “género”, empezó a circular muy pronto. Esto no debe interpretarse como una mera transposición de discursos gringos a Brasil, sino como el aggiornamento de opiniones radicalmente anticomunistas en círculos militares. No fue muy difícil persuadir a estos sectores de la existencia de enemigos internos, ya que esta doctrina estaba bien establecida entre nosotros desde los tiempos de Golbery do Couto e Silva.3737. Ricardo Abramovay, “O 8 de Janeiro, os militares e a Amazônia.” Piauí, 20 de enero de 2023, https://piaui.folha.uol.com.br/o-8-de-janeiro-os-militares-e-amazonia/. Y como observa Cowan en su entrevista para la revista Fapesp, durante la dictadura esta asociación entre comunismo y “embriaguez sexual” ya existía, pero no proliferó.3838. Ver Mezarobba, “Benjamin A. Cowan, 2021. En las condiciones político-culturales de la década de 2010, el enemigo interno adquirió muchos rostros: feministas, activistas LGBTTIA+, movimientos antirracistas y anti-prohibicionistas, un escuadrón de “abominables personajes que amenazan al buen ciudadano”.
Como muestra Camila Rocha,3939. Camila Rocha, Menos Marx, mais Mises: O liberalismo e a nova direita no Brasil (São Paulo: Todavia, 2021). en la segunda mitad de la década de 2000, Brasil se incorporaría a la red en la que durante mucho tiempo se produjeron y difundieron textos clásicos y argumentos renovados en defensa del neoliberalismo, pero también del libertarismo de derechas. En esa época surgieron nuevos institutos liberales, como Millennium, y movimientos liberales de movilización popular, como Movimento Brasil Livre (MBL), Vem pra Rua y Estudantes Livres. Este movimiento reactivó las voces liberales condenadas al ostracismo en el proceso de democratización y puso en circulación discursos que valoraban la meritocracia y el espíritu empresarial, y vilipendiaban las políticas de transferencia de renta y de discriminación positiva.
En estas complejas intersecciones hay que tener en cuenta la contribución de las corrientes perenialistas o tradicionalistas de las que Olavo de Carvalho fue portavoz, propagando desde muy joven los códigos ideológicos de la “revolución conservadora” en curso en Estados Unidos y Europa. En este breve balance, tal vez lo más importante sea preguntarse cómo y por qué esta narrativa ideológica, espiritualista y escatológica se ha vuelto tan influyente social y políticamente para determinar, con mano firme, el destino de la política exterior brasileña hasta 2021.4040. Es importante destacar la influencia que Olavo de Carvalho tuvo en Ernesto Araújo, ministro de Relaciones Exteriores del gobierno Bolsonaro, afirmando este último que las obras de Olavo de Carvalho “inspiran y contribuyen” a la formulación de “políticas y toma de decisiones”. Jamil Chade, “El Canciller dice que las obras de Olavo de Carvalho inspiran la política”. UOL, 10 de septiembre de 2020, consultado el 27 de enero de 2023, https://noticias.uol.com.br/colunas/jamil-chade/2020/09/10/chanceler-diz-que-obras-de-olavo-de-carvalho-inspiram-politica.htm.
No es tarea fácil recuperar con precisión cómo convergieron estos senderos de larga data con la dinámica reciente de la política nacional. Pero no es apresurado sugerir que estas intersecciones se han ido entretejiendo gradualmente desde la segunda mitad de la década de 2000 para tomar forma con la crisis de legitimidad de los gobiernos petistas [partido de los trabajadores] que comenzó en 2013, desplegándose en el impeachment de Dilma [Rousseff] y lo que siguió. Bolsonaro anunció su candidatura presidencial en 2014 y, según mi interpretación, abrió su campaña con el innoble discurso de la votación del impeachment en 2016. Sospecho que fue en esta compleja y turbia coyuntura donde Bolsonaro encarnó este papel de líder de la reconfiguración del neoconservadurismo y la ultraderecha en Brasil. Es muy significativo que inmediatamente después de la escena de la destitución se fuera a Israel precisamente para rebautisarse.4141. Bolsonaro es católico, pero al mismo tiempo es evangélico: “Jair Bolsonaro confessa Jesus Cristo e se batiza no rio Jordão”. Guiame, 12 de mayo de 2016, consutlado el 5 de enero de 2023, https://guiame.com.br/gospel/videos/jair-bolsonaro-confessa-jesus-cristo-e-se-batiza-no-rio-jordao-assista.html. Israel, que no sólo estaba gobernado por el ultraderechista [Benjamin] Netanyahu, sino que siempre ha sido un centro de conexiones con el ultraconservadurismo y la derecha estadounidense y británica. Este viaje, en mi opinión, significó tanto encarnación (como líder) como transnacionalización.
En la secuencia llega 2017, cuando el espantajo anti-género escapa del ámbito de la educación para acechar otros territorios, como las artes visuales y escénicas, como en el ataque al Museo Queer. A finales de año, Citizen Go hizo campaña contra la presencia de Judith Butler en Brasil y, en una protesta en São Paulo, se quemó su efigie como «bruja», evocando los actos de fe inquisitoriales: aquí se trataba de un ataque a la teoría de género y a la producción de conocimiento. En nuestro estudio de 2020,4242. Políticas Antigênero na América Latina… (2021). interpretamos este episodio como un piloto de las elecciones presidenciales de 2018, cuando el ciclón anti-género cambió de escala, antes de ser transportado a la gramática del estado a partir de 2019.
Teniendo en cuenta lo que ya he mencionado, no es en absoluto sorprendente que los dos jefes de Estado más relevantes presentes en la toma de posesión de Bolsonaro en 2018 fueran Netanyahu y [Viktor] Orbán. En otras palabras, no es que Brasil se convierta en un centro de articulación de fuerzas transnacionales de ultraderecha, sino que estas conexiones ya se estaban tejiendo antes de las elecciones. Antes de su investidura, Eduardo Bolsonaro organizó en Foz [de Iguazú] la Cumbre Conservadora, a la que asistió José Antonio Kast, además de otras figuras de la ultraderecha regional.4343. Ver André Barrocal, “Quem é quem na cúpula direitista das Américas.” Carta Capital, 7 de diciembre de 2018, consultado el 27 de enero de 2023, https://www.cartacapital.com.br/mundo/quem-e-quem-na-cupula-direitista-das-americas/.
A partir de entonces, la transnacionalización se fue intensificando a pasos agigantados, no sólo porque Bolsonaro y sus hijos han estado más de una vez con Donald Trump y Steve Bannon en Estados Unidos, sino porque Brasil se ha convertido en un punto de paso obligado para personajes ultraconservadores y de extrema derecha. Desde 2019, el CEPAC ha celebrado tres reuniones en el país y hemos recibido la visita de VOX. En 2021, Beatrix von Storch,4444. Mariana Sanches, “Beatrix von Storch: quem é a líder da extrema-direita alemã que se reuniu com Bolsonaro”. BBC, 26 de julio de 2021, consultado el 13 de enero de 2023, https://www.bbc.com/portuguese/internacional-57978671. líder de Alternative für Deutschland (AfD), el partido ultraderechista alemán, se reunió con Bolsonaro4545. Flávia Said, “Bolsonaro se reuniu com deputada alemã da ultradireita”. Metrópoles, 26 de julio de 2021, consultado el 13 de enero de 2023, https://www.metropoles.com/brasil/politica-brasil/bolsonaro-se-reuniu-com-deputada-alema-da-ultradireita.; y un par de activistas antivacunas alemanes, que luego serían detenidos, estuvieron con Damares Alves y también con Bolsonaro.4646. Deutsche Welle, “Bolsonaro recebe negacionistas alemães em Brasília.” Carta Capital, 23 de septiembre de 2021, consultado el 27 de enero de 2023, https://www.cartacapital.com.br/politica/bolsonaro-recebe-negacionistas-alemaes-em-brasilia/. En 2022, Katalin Novák, la nueva presidenta de Hungría, estuvo en Brasil, y también recibimos dos visitas de Valerie Huber, que había sido enviada especial de la administración Trump para asuntos sanitarios.
La defensa de la agenda ultraconservadora y el fortalecimiento de nuevas conexiones también fueron flagrantes en política exterior.4747. Desde 2019, en escenarios internacionales como la CSW en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Brasil no solo ha votado sistemáticamente alineado con los gobiernos conservadores en cuestiones de género, educación sexual y salud y derechos reproductivos, sino que también se ha omitido en votaciones importantes, como la condena a Irán por la violencia estatal contra las manifestaciones de protesta por la muerte de Mahsa Amini. El país también ha aprovechado estos escenarios para estrechar lazos, por ejemplo con Hungría y Polonia, y establecer nuevas conexiones con Estados conservadores, incluidos los no cristianos. Brasil participó muy ágilmente en dos plataformas creadas por la administración Trump: la Alianza Internacional para la Libertad Religiosa4848. “Brasil prepara aliança com EUA por defesa da liberdade religiosa,” Folha de S.Paulo, 12 de septiembre de 2019, consultado el 27 de enero de 2023, https://www1.folha.uol.com.br/mundo/2019/09/brasil-prepara-alianca-com-eua-por-defesa-da-liberdade-religiosa.shtml. y el llamado Consenso de Ginebra, un club de Estados conservadores que defienden un modelo de familia única y se oponen radicalmente a los derechos reproductivos y al aborto. Con la derrota de Trump, Brasil pasó a ser coordinador de esta plataforma hasta noviembre de 2022, cuando, previendo ya la salida de Brasil tras la elección de Lula -que se produjo en enero de 2023-, el testigo pasó a Hungría en una ceremonia en Brasilia.
Ernesto Araújo, durante sus dos años como canciller, ciertamente realizó importantes conexiones internacionales utilizando recursos estatales que habría que cartografiar mejor. Desde que dejó el Ministerio de Asuntos Exteriores en 2021, Angela Gandra, Secretaria Nacional de la Familia, ha ganado protagonismo como canciller en la sombra para asuntos conservadores, sin duda inspirada por el papel que desempeñó Katalin Novák cuando era Ministra de Familia de Hungría.4949. Em Hungría, Relaciones Exteriores se encargaba de otras áreas de política y Nueva York hacía la parte de política conservadora de la familia, del género, del aborto. Esta diplomacia pasa también a Gandra.
Gran parte de la agenda de Gandra5050. Para más información sobre las giras diplomáticas del ex Secretario de la Familia, lea el documento enviado a los GT de transición del MRE y del Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía. “Diplomacia Paralela Ultraconservadora: gênero, política moral, familismo e novas motivações para relações interestatais,” Sexuality Policy Watch, 24 de eneri de 2023, consultado el 27 de enero de 2023, https://sxpolitics.org/ptbr/diplomacia-paralela-ultraconservadora-genero-politica-moral-familismo-e-novas-motivacoes-para-relacoes-interestatais/12940. se dedicó a conseguir nuevas adhesiones al Consenso de Ginebra, que no tuvieron mucho éxito. Se limitó a Guatemala, ya que Colombia, que se adhirió en abril de 2022, se retiró en cuanto Gustavo Petro fue elegido presidente. Es importante mencionar que en estas misiones también se establecieron relaciones más estrechas con los países del Golfo Pérsico5151. Esta conexión recuerda a la articulación de los años noventa que feministas como Sonia Corrêa denominaron la alianza impía (unholy Alliance): la asociación entre el Vaticano, los Estados socios cristianos y los países islámicos. en torno a la agenda conservadora sobre la familia y el lugar de la mujer en la sociedad.
Sur • ¿Cuál es el impacto de esta articulación transnacional para el trabajo de defensa y protección de derechos humanos?
S.C. • Esta es una cuestión muy importante sobre la que he estado reflexionando, aunque no he podido profundizar en ella tanto como me hubiera gustado.5252. Ver Laura Murray, "‘Missing the point’: A conversation with Sonia Corrêa about the emergence and complexities of anti-gender politics at the intersections of human rights and health," Global Public Health: An International Journal for Research, Policy and Practice 17, no. 11 (2022): 3243-3253, consultado el 27 de enero de 2023, https://sxpolitics.org/global-public-health-journal-human-rights-missing-the-point-a-conversation-with-sonia-correa-about-the-emergence-and-complexities-of-anti-gender-politics-at-the-intersections/22735. Desde que las fuerzas ultraconservadoras comenzaron a ganar fuerza en América Latina, se inventó la nomenclatura “anti-derechos” para definirlas, es decir, una estrategia de inversión semántica para desenmascarar la falacia de sus autodefiniciones como “pro-vida”, “pro-familia”, “pro-niños/as”.
Esta nomenclatura se adoptó inmediatamente y se impuso en todo el mundo. Resulta muy atractivo porque facilita la identificación del problema al afirmar que estas fuerzas amenazan los derechos que tanto nos ha costado conseguir en el curso de la redemocratización regional. Y, debo decir, no se equivoca del todo, ya que las fuerzas ultraconservadoras atacan abiertamente lo que definen como “nuevos derechos” y que son, en general, derechos relacionados con el género, la sexualidad y la reproducción. Sin embargo, creo que, como descripción de nuestro problema, el término “anti-derechos” es problemático, pues el concepto deja por fuera elementos nada triviales.
En Occidente, la Iglesia Católica ha sido históricamente una fuente inequívoca de pensamiento jurídico. Baste recordar que hasta el siglo XIX, en Portugal y España, así como en los territorios colonizados, el Derecho civil y el Derecho canónico estaban entrelazados. No son pocas las conexiones genealógicas entre las concepciones ilustradas de los derechos humanos y las premisas jurídicas del cristianismo.
Trayendo la lente a lo contemporáneo, el ultraconservadurismo estadounidense ha hecho una inversión brutal en la producción de «conocimiento» o pensamiento ultraconservador en el ámbito jurídico legal, pero también en la formación de profesionales del derecho en litigios estratégicos de derechos humanos. Esto se refleja en la renuncia de Roe vs Wade, pero también en el documento elaborado por la Comisión de Derechos inalienables,5353. “Report of the Commission on Unalienable Rights,” Commission on Unalienable Rights, 2020, consultada el 13 de enero de 2023, https://www.state.gov/wp-content/uploads/2020/07/Draft-Report-of-the-Commission-on-Unalienable-Rights.pdf. creada por la administración Trump y que se dio a conocer en julio de 2022. Su redacción fue coordinada por Mary Ann Glendon, una jurista ultraconservadora [legal scholar] de Harvard que encabezó la delegación vaticana en la Conferencia de Pekín y luego fue embajadora de la administración Bush ante el Vaticano.
Este texto es una obra maestra del llamado originalismo estadounidense, una reinterpretación de la ley a la luz de la “tradición jurídica original” de los padres fundadores de Estados Unidos que, según el campo conservador, debe preservarse como tal. Una concepción en la que no caben “nuevos derechos”. Diversas publicaciones en los EE.UU. han abordado los problemas del originalismo manifiesto en la decisión Dobbs, incluido un artículo de Noah Feldman,5454. Noah Feldman, “Ending Roe Is Institutional Suicide for Supreme Court”. Bloomberg, 24 de junio de 2022, consultado el 13 de enero de 2023, https://www.bloomberg.com/opinion/articles/2022-06-24/supreme-court-abortion-ruling-in-dobbs-is-institutional-suicide?srnd=premium. un jurista progresista, para quien esta decisión abandona y vilipendia la epistemología interpretativa del constitucionalismo contemporáneo, que concibe las constituciones como referencias jurídico-legales que pueden y deben ampliarse continuamente sobre la base de reinterpretaciones basadas en los principios de igualdad y libertad. En otras palabras, un marco expansivo de interpretación constitucionalista que también se aplica a la jurisprudencia de los derechos humanos, tal como se ha desarrollado desde la Segunda Guerra Mundial, especialmente desde la Conferencia Internacional de Viena de 1993.
Fue esta ampliación interpretativa la que permitió, a lo largo de los años 1990, incorporar a las premisas fundamentales de los derechos humanos una serie de situaciones de violaciones, de necesidades de protección y de prevención que antes no existían. Es posible comprobarlo en el ámbito de la aplicación de los derechos humanos al racismo y la desigualdad racial.5555. La Convención contra el Racismo fue una de las primeras que se adoptaron en el Sistema Internacional de Derechos Humanos (1951). Sin embargo, en las últimas tres décadas, los parámetros originales se han complejizado y ampliado para integrar la teoría sobre el carácter sistémico del racismo, así como nuevas lógicas de interseccionalidad. El cuestionamiento del binarismo sexual registrado en los instrumentos de derechos humanos es otro ejemplo, ya que ha abierto espacio para el reconocimiento de violaciones basadas en la orientación sexual y la identidad de género; la Opinión Consultiva 24 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos es una ilustración ejemplar.
En el ámbito de los derechos humanos, el objetivo de estas fuerzas es contener y, si es posible, abolir esta lógica interpretativa. En otras palabras, volviendo a una lógica jurisprudencial literal: los derechos humanos son legítimos siempre que correspondan a las definiciones de las declaraciones y convenciones adoptadas. Esto significa que estas fuerzas no son “anti-derechos”, sino que tienen una determinada concepción de los derechos humanos y constitucionales que no sólo difiere de la epistemología abierta que he mencionado, sino que la repudia.
En otras palabras, existe una disputa (bastante encarnizada) en el ámbito de los derechos humanos. Se manifiesta claramente en el terreno de la epistemología interpretativa, pero también en otro rasgo de la concepción ultraconservadora de los “derechos”, que es el apego a la jerarquización y la aversión a la libertad o la autonomía como principio fundador de los derechos humanos. Muchas de las prerrogativas del campo progresista, como expresiones legítimas de autonomía, son vistas por el ultraconservadurismo como justificaciones para la tutela o incluso la caridad. Esta tergiversación fue muy evidente en la reconfiguración de la política de derechos humanos del gobierno de Bolsonaro.5656. Según Sonia, en un documento enviado al GT de Transición de la MDHC, se analizaba en los siguientes términos: “El pensamiento ultraderechista ha penetrado profundamente en la gramática y el diseño de la política de derechos humanos. Esto supuso un cambio sustantivo en la comprensión de lo que son los derechos humanos, resumido en la siguiente declaración del ex ministro Damares Alves: “Permítanme pronunciar dos palabras: promoción y protección. El gobierno de Bolsonaro no promueve esta agenda, protege a este público (personas LGBTTIA+). No hacemos promoción, hacemos protección”. Esta visión diverge radicalmente del paradigma de los derechos humanos tal y como ha evolucionado desde 1948, cuya manifestación más robusta son los parámetros de integridad e indivisibilidad legitimados en la Conferencia Internacional de Derechos Humanos de Viena (1993). Parámetros que, por un lado, abogan por la protección de las personas contra las violaciones y la discriminación, pero también defienden el derecho a la libertad, la autonomía y las prerrogativas personales de individuos y grupos para asociarse libremente, expresar sus opiniones y visiones del mundo, y decidir por sí mismos qué hacer con sus vidas y sus cuerpos. Es evidente que este segundo conjunto de premisas innegociables de los derechos humanos se ha abandonado en los últimos cuatro años y debe restablecerse”. Para un análisis más elaborado de esta reconfiguración, ver João Gabriel Maracci y Marco Aurelio Maximo Prado, "Ofensivas Antigênero e a Depuração dos Direitos Humanos como Política de Estado no Brasil,” Estudos e Pesquisas em Psicologia 22, no. 4 (2022), consultado el 27 de enero de 2023, https://www.e-publicacoes.uerj.br/index.php/revispsi/article/view/71643/44113.
Sur • ¿Cuáles son los principales desafíos que el movimiento de derechos humanos principalmente el movimiento feminista y LGBTQIA+ enfrentan en relación con la agenda de este movimiento conservador?
S.C. • Un primer reto es situar nuestros análisis y estrategias de activismo en el marco de esta larga temporalidad característica de las fuerzas ultraconservadoras, un ejemplo de las cuales es la Iglesia Católica. Al campo progresista le resulta difícil comprender y adaptarse a esta longevidad; nuestro imaginario político está poblado de deseos de transformaciones rápidas, de la idea de revolución. Siempre ha sido así, pero se ha visto agravada por la aceleración derivada de la digitalización de la vida y la política. Lo que pasó ayer ya no importa, un tema que desapareció de Twitter ya no es relevante. Esta percepción y forma de actuar y reaccionar es contraria a las estrategias a muy largo plazo diseñadas y aplicadas por el ultraconservadurismo. Sobre todo porque, en apariencia, estas fuerzas también utilizan el juego de la “infoxicación” y la aceleración.
Tenemos que perfeccionar nuestras habilidades de «paciencia histórica», por utilizar un viejo término. Supongamos que el horizonte es lograr un cambio legislativo sobre el aborto; usted proyecta tres años, pero la Iglesia Católica y las demás fuerzas que orbitan en torno a la oposición al aborto hacen sus cálculos a 30 o 50 años. Ese fue el timing de las acciones que condujeron a la anulación del caso Roe vs Wade. Pero hay un problema adicional: mantener luchas y procesos a largo plazo requiere recursos sostenibles en el tiempo. ¿Quién les sostendrá en el campo progresista? ¿Cómo superar la brutal desigualdad que existe en términos de tiempo disponible, infraestructura institucional y recursos financieros entre nosotros y ellos? No hay respuestas fáciles a esta pregunta.
Sur • Finalmente, ¿Cómo hacerle frente a la “revolución conservadora”?
S.C. • Lo primero que hay que hacer es reconocer que está en marcha, que ha ganado mucho terreno y que las fuerzas que la impulsan no se enfriarán a corto plazo. Y en este mismo registro, reconocer que su complejidad y longevidad requieren nuevas lentes o, al menos, lentes de lectura ajustadas. Más concretamente, reconocer que la gramática de los derechos humanos y su epistemología interpretativa están en disputa. Esto es cierto tanto en el ámbito constitucional como en el de los derechos humanos.
Es esencial que todas las personas y movimientos implicados en los debates sobre constitucionalismo democrático y derechos humanos lo tengan claro. Lo que está en juego es, de hecho, una disputa sobre la concepción epistemológica de lo que son los derechos fundamentales y, sobre todo, sobre la interpretación de las normas existentes, ya sean literales o transformadoras. Esta disputa es mucho más evidente en Estados Unidos porque el originalismo ha ganado solidez y legitimidad y ha penetrado en la institucionalidad jurídico-legal, como se ha visto en el caso de la decisión Dobbs. Aunque las ramificaciones de estas disputas están por todas partes, en Brasil apenas hemos empezado a discutir las implicaciones de esta contención, incluso cuando algunas de las figuras emblemáticas del campo ultraconservador que llegó al poder en 2018 están muy bien alineadas con estos interpretaciones regresivas (ya sean originalistas o neotomistas).5757. Ejemplos de ello son Ives Gandra Martins y el amplio grupo que le rodea, que incluye a Rodrigo Pedrosa y al diputado Cris Tonietto, entre otros. Pero también se puede mencionar el Centro Dom Bosco, un think tank del pensamiento jurídico católico conservador, y la Asociación Brasileña de Juristas Conservadores. Además de las facultades de derecho y los cursos de derecho que no están debidamente trazados, pero que funcionan hoy como cadenas de transmisión de estas perspectivas.
Creo que esta es la frontera, o más bien la trinchera del conflicto que nos espera. Necesitamos transmitir una información más amplia al campo de los derechos humanos sobre el significado de esta guerra epistemológica. La perspectiva de una interpretación amplia de los derechos humanos no se dio cuando se adoptó la Declaración en 1948, fue el resultado del largo y arduo trabajo sobre los derechos humanos como agenda política transnacional y del constitucionalismo democrático de posguerra. Es esta perspectiva la que está siendo atacada ahora y necesita ser defendida.
Entrevista conducida por Maryuri Mora Grisales en diciembre de 2022.
Original en portugués.