Diálogos

“En el Pacífico nos cuidamos”

Lizeth Sinisterra Ossa

Alianza Pacífico Task Force y el enfoque diferencial como estrategia de respuesta a la pandemia

Carlos Torres

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Entrevista con Lizeth Sinisterra Ossa
Por Maryuri Mora Grisales

La población afrodescendiente del Pacífico colombiano es una de las más vulnerables del país. La pandemia de COVID-19 no solo recrudeció la desigualdad de esta región, sino que evidenció el racismo estructural y la negligencia estatal para garantizar los derechos de estas comunidades. Carencia de personal médico y sanitario sumado a la ausencia de infraestructura en términos de capacidad de respuesta en salud aumentaron los riesgos y desenlaces negativos como resultado de la pandemia.

En entrevista para Conectas Derechos Humanos, Lizeth Sinisterra Ossa, Investigadora del Centro de Estudios Afrodiaspóricos (CEAF) de la Universidad Icesi de Cali y Gerente de Pacífico Task Force11. Para más detalles sobre este proyecto, vea la página: Pacífico Task Force, Página principal, 2021, visitado el 16 de diciembre de 2021, https://pacificotaskforce.com/. nos habla del surgimiento de la Alianza y de todo el trabajo de articulación comunitaria realizado durante el último año en el litoral Pacífico. Desde la concepción inicial del proyecto, basada en un análisis crítico de la situación del Pacífico colombiano y partiendo de una comprensión diferencial de los impactos de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19 sobre la población afrodescendiente, Ossa describe los desafíos del trabajo en el territorio, la importancia de mantener el diálogo comunitario y la búsqueda por una incidencia a largo plazo.

En la entrevista son descritos los pormenores de las líneas estratégicas que guiaron la intervención y que permitieron fortalecer las capacidades de la comunidad, así como los impactos de un trabajo colectivo y muy bien articulado con diferentes actores a nivel local y nacional para lograr una respuesta a la pandemia, desde y para la región.

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Revista Sur •¿Qué es y cómo surge la Alianza Pacífico Task Force?

Lizeth Sinisterra Ossa • Esta es una alianza que emerge el año pasado [2020], por una preocupación latente de organizaciones y movimientos afrodescendientes, de pensar cuáles serían los impactos negativos que traería consigo una pandemia a la región.

Este país ha afrontado un patrón histórico de racismo estructural, que permite seguir afirmando que unas vidas importan y otras no. La pandemia llega y expone una fragilidad y la falta de competencia del sistema socio económico y político colombiano para garantizar la vida de las comunidades afrodescendientes. Son comunidades con vulnerabilidades pre existentes, por lo tanto, la pandemia lo que hace es recrudecer estas injusticias. Por ejemplo, los indicadores de empobrecimiento de esta población representan siempre un mayor índice con respecto al resto del país: la pobreza multidimensional de la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera (NARP) se ubicó en 30,6%, 11.0 p.p. por encima de la pobreza nacional, que fue del 19,6% (Departamento Administrativo Nacional de Estadística-DANE-, 2018).

Si observamos los indicadores de la población afrodescendiente en Colombia versus la que no pertenece a un grupo étnico, encontramos que el 81% está en trabajo informal. Encontramos que inclusive hay una tasa alta en términos de barreras del acceso a salud, de servicios de alcantarillado y acueducto, que significa no tener acceso al agua como derecho fundamental, sino también para enfrentar la pandemia. ¿Cómo lavarse constantemente las manos para prevenir el contagio, en lugares donde no hay agua?

En el marco de nuestro análisis a través del Sistema de Inteligencia Epidemiológica encontramos unos datos importantes: las personas afrodescendientes tienen 21% más probabilidades de ser hospitalizadas, 88% más probabilidades de terminar en unidades de cuidados intensivos y 24% más riesgo de morir, si se compara con la población que no pertenece a un grupo étnico en nuestro país. Entonces es necesario entender el impacto de la pandemia sobre estos cuerpos y, sobre todo, generar políticas que garanticen la vida, políticas para el cuidado y el autocuidado en la comunidad.

Desde esta preocupación inicial, se pensó en una estrategia que pudiese responder de manera urgente a los impactos que se estaban identificando y que iban a recrudecerse. Así nace esta alianza, como un ejercicio de conversaciones, de reflexiones, de análisis riguroso y crítico de la región [el Pacífico], para a partir de ahí generar una agenda de trabajo colectiva. Aquí lo que hacemos es articular múltiples esfuerzos, académicos, investigativos, comunitarios y territoriales – inclusive institucionales, para afrontar desde un enfoque diferencial esta pandemia.

De esta manera, se articularon importantes organizaciones dentro del movimiento afrodescendiente en Colombia como: el Centro de Estudios Afrodiaspóricos (CEAF) de la Universidad Icesi, el Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano (CONPA), el Proceso de Comunidades Negras (PCN) y el Comité del Paro Cívico de Buenaventura, que han tenido una incidencia no solamente territorial, sino también política en este país. Juntar todas esas fuerzas nos ha permitido seguir respondiendo ante el contexto coyuntural que nos trae la pandemia.

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Sur •¿De qué se trata el enfoque diferencial?

LSO • El enfoque diferencial es un eje articulador y transversal de todo nuestro proceso, pero sobre todo el principio de la filosofía africana Ubuntu. Pacífico Task Force es – “soy porque somos”. Precisamente por ser un trabajo colaborativo, colectivo y participativo, cuyo objetivo principal es solventar los impactos que se estaban gestando sobre cuerpos, vidas y territorios racializados y empobrecidos, ubicades principalmente en la región del Pacífico colombiano.

El enfoque diferencial ha orientado nuestros procesos para acompañar a las comunidades que hemos priorizado. Hemos generado metodologías y rutas de acción que tenga en cuenta las particularidades de los territorios y sus habitantes. Esto nos permite tener una mirada más contextual y situada, para generar un acompañamiento más pertinente y acorde a la realidad. Desde ahí, hemos reivindicado y reconocido los saberes y ancestralidades de nuestros pueblos.

No es un secreto que cuando los estados responden a este tipo de situaciones emergenciales, parten de políticas y lineamientos homogéneos, que no tienen en cuenta las particularidades de los territorios, y esa es precisamente nuestra preocupación.

Por ejemplo: cuando llega la pandemia, el lineamiento del Ministerio de Educación Nacional es: “niños y niñas váyanse para sus casas y vamos a trabajar todo virtual”. En Timbiquí, un municipio de la costa pacífica caucana, solo el 0.9 % de la población cuenta con acceso a internet. No solamente los y las estudiantes carecen de conectividad y recursos tecnológicos, sino sus mismos profesores y profesoras, que no cuentan con computadoras ni con la posibilidad de conectarse. En estos territorios hay que comprar pines [internet portátil], pero, o te conectas o te compras arroz. 2000 pesos puede costar un pin y dura máximo media hora.

En este caso, el enfoque diferencial y la perspectiva interseccional, consiste en situar el contexto, y responder en clave a ese contexto, no desde afuera sino desde adentro. Esa es su importancia.

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Sur • La Alianza trabaja con cinco líneas estratégicas, nos gustaría que nos hablaras de estas líneas ¿En cuál tuvieron más éxito o más desafíos?

LSO • Cada una de las líneas tenía unos propósitos y unos objetivos que dialogaban entre sí. ¿Qué es lo primero que se recrudece en una pandemia? El hambre. Se trata de una población que trabaja en la calle, entonces había que apuntarle primero a la seguridad alimentaria. Con esta línea queríamos acompañar a familias que no tenían recursos para garantizar su comida diaria. El DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas) ha mostrado como se ha recrudecido la inseguridad alimentaria. Familias que antes comían dos veces al día no estaban comiendo nada o solamente una vez al día durante la pandemia. Esto es algo impactante y resultado de este escenario. Esta línea fue exitosa, pero también nos tocó afrontar retos y vicisitudes.

Sabíamos que teníamos que apoyar a las comunidades brindando un mínimo de garantía alimentaria, pero al mismo tiempo identificábamos que la economía local estaba siendo afectada. Sobre todo a las mujeres afrodescendientes de las plazas de mercado que constantemente tenían que botar sus productos, o regalarlos. Ellas mismas relataban que salían muy temprano en la madrugada y llegaban a sus casas tarde en la noche, con solo $10.000 o $20.000 pesos [de 3 a 6 dólares], después de una jornada extensa y compleja, para sostener no solamente a sus hijos, inclusive a sus nietos y nietas.

Empezamos a identificar esto porque nos acercamos a las personas de los territorios. Nos dimos cuenta de que muchos de los mercados que estaban llegando a estas zonas, estaban siendo comprados fuera de los territorios, a grandes cadenas de supermercados. Ante eso, hicimos un llamado para fortalecer la idea de que no es necesario comprar afuera cuando la gente del territorio tiene productos y produce cosas. Así también, decidimos elaborar unas minutas nutricionales de acuerdo a lo que las personas comen en sus territorios. Por ejemplo, nosotros no llevamos frijol a Tumaco, porque no es su base alimentaria principal.

Lo que hicimos con lideresas sociales fue diseñar estas minutas nutricionales, de acuerdo a los territorios y a sus hábitos alimentarios. Así generamos un proceso de caracterización de las familias que debíamos priorizar. Desarrollamos un ejercicio colaborativo con las personas de los territorios para posibilitar que esta estrategia tuviera mayor incidencia. Al mismo tiempo que estábamos dando alimentos, estábamos brindando una seguridad económica a las mujeres de las plazas de mercado que sus edades oscilaban entre 30 y 60 o 70 años, aproximadamente. Así posibilitamos mercados con enfoques étnicos territoriales.

En segundo lugar, logramos generar otro proceso en salud e higiene. Este tema fue muy problemático porque gran parte de la institucionalidad y de otros sectores estaban generando una mirada muy occidental de la pandemia, con un lenguaje técnico y usando una información que no era comprensible para los territorios. Existía una lucha por jerarquizar la medicina occidental sin reconocer la medicina ancestral. Pero si se le pregunta a la gente del Pacífico ¿cómo sostuvieron la vida en medio de este contexto? van a responder, sin duda alguna, que la medicina ancestral los tiene vivos y vivas. La medicina ancestral ha cumplido un papel protagónico para que estas personas sigan preservando su existencia, mucho más en contexto de pandemia. Para las comunidades del Pacífico, si el virus ataca la parte respiratoria, pues usan el jengibre, la Mata ratón,22. Su nombre científico es Gliricidiu sepium y es una especie de usos múltiples en Centroamérica. Conocido popularmente como Mata Ratón, es un árbol que produce una hoja muy usada en el Pacífico colombiano. Medicinalmente es muy versátil y se emplea para el tratamiento de afecciones dérmicas, para bajar la fiebre, aliviar dolores de cabeza y garganta y refrescar el cuerpo. como una manera de fortalecer el sistema inmune. Y algunos productos realmente tuvieron impacto, de manera gradual posibilitaron el cuidado.

En esta línea de salud e higiene decidimos no hacer una separación entre occidente por un lado y la ancestralidad por el otro; al contrario, pensamos en maneras de fortalecer a los agentes comunitarios en salud para atender el COVID-19 desde un enfoque diferencial. Así, generamos procesos de interlocución entre autoridades sanitarias y autoridades étnicas-territoriales y organizativas, sobre todo quienes están en los consejos comunitarios, para hacer incidencia desde un proceso dialógico.

Diseñamos protocolos de atención y de prevención del COVID -19 con enfoque diferencial, en los cuales la medicina ancestral y la sabiduría de las comunidades se tuviesen en cuenta. Generamos campañas informativas y pedagógicas para promover el auto cuidado, incluyendo kits de higiene, pero no solamente con tapabocas, alcohol y jabón. La misma gente nos decía “¿y las yerbitas ancestrales dónde están?” Diseñamos unos kits articulando la medicina ancestral, así que les colocamos sus yerbitas, su mata ratón, su jengibre y otras, buscando fortalecer este diálogo.

En esta línea nos dimos cuenta de la importancia de conectar los territorios. Generalmente, los territorios están desconectados porque carecen de recursos tecnológicos o canales de comunicación que les permita saber lo que estaba pasando con la pandemia. El acceso a la información en este país también es un privilegio. Instalamos algo que denominamos sistema de difusión sonora (una antena con señal) para conectar los territorios en Timbiquí. Esa experiencia piloto permitió que esta comunidad tuviera permanentemente acceso a lo que estaba pasando sobre la pandemia. Esto también fue muy exitoso.

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Por otro lado, nos preocupaba también la manera en que el Estado estaba produciendo la información sobre la pandemia. Identificamos que la categoría étnica-racial y territorial no estaba siendo central para entender los impactos de manera diferencial en los territorios. A partir de ese vacío identificado, diseñamos un sistema de inteligencia epidemiológica, la tercera línea, pensada para mejorar las capacidades de respuesta de las instituciones y de las organizaciones a través de información útil, ágil, precisa, contextual, real, y pertinente que permitiera tomar decisiones ajustadas a la realidad.

Esta fue una línea muy interesante porque aquí se articularon las secretarías de salud, junto con el profesor Yoseth Ariza-Araujo, que es Médico Epidemiólogo y profesor del Departamento de Salud Pública y Medicina Comunitaria de la Universidad Icesi, y quien lideró la estrategia. Se gestaron encuentros para producir conocimiento con esta variable étnica-racial para los territorios y generamos un tablero de control para hacer seguimiento a los impactos del COVID-19 en la región.

Creamos espacios para fortalecer el dialogo de saberes, propiciando encuentros con especialistas en este campo. Elaboramos mapas de georreferenciación con las secretarías de salud y un equipo que contratamos para respaldar y acompañar el levantamiento de la información. La pandemia es, de alguna manera, sectorial y focalizada. En Quibdó, por ejemplo, hay unos puntos de contagio o inclusive de muerte, más alarmantes que en otros sectores. Esto es importante para responder de manera más efectiva.

Desde esta línea también diseñamos una escuela formativa para lancheros, para guardas de tránsito, para transporte fluvial, terrestre, marítimo. Generamos ciclos de capacitación donde nos articulamos con las secretarias de tránsito y turismo, para que los lancheros y las lancheras y demás personal de movilidad contara con todas las bases para seguir aportando a la economía local, pero teniendo en cuenta el cuidado y el autocuidado.

Finalmente está la línea de educación. En educación partimos de un diálogo inicial con las secretarias de educación y organizaciones de base para comprender cómo diseñar una estrategia educativa donde la virtualidad no fuera una opción. Diseñamos dos procesos, uno denominado “Tejiendo Aprendizajes” para el que contamos con el apoyo de voluntarios y voluntarias de diferentes partes de Colombia y de otros países de América Latina, en el cual generamos una formación remota a través de llamadas de voz, donde un voluntario se comunicaba con un niño o una niña, adolescente o joven para fortalecer sus aprendizajes. Hicimos acompañamiento en matemáticas, ciencias sociales, lenguaje, también brindamos una atención psicosocial porque se estaban disparando casos de suicidio y de violencia, así que consideramos que lo psicosocial fuera también un eje transversalizador del proceso. Creamos toda una estrategia con protocolos que nos permitió llegar a 130 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de 7 territorios del Pacífico.

Diseñamos un diplomado denominado “Diseño de experiencias de aprendizaje para la educación no-presencial” con el Centro Eduteka de la Universidad Icesi, para fortalecer capacidades y competencias en los y las profesoras para que transitaran y contarán con herramientas significativas para acompañar a sus estudiantes de manera remota. En una primera fase, los y las profesoras revisaron los procesos actuales de enseñanza, aprendieron cómo re-diseñar las actividades formativas para que sean efectivas en la no-presencialidad, a través de cuáles canales y cómo orientar la interacción con sus estudiantes. Para la segunda fase, estos docentes iniciaron su etapa de multiplicación y transferencia de conocimientos con sus otros colegas, para que también pudieran continuar desde la no-presencialidad acompañando el proceso formativo de sus estudiantes. En otras palabras, ellas y ellos fueron formados para que puedan convertir el saber en una red de conocimiento que pueda llegar a muchos lugares del Pacífico colombiano. Con el diplomado se graduaron 91 docentes de 7 territorios del Pacifico. De aquí salieron casos exitosos.33. La prensa nacional repercutió la historia del profesor Jenner Ruíz en Timbiquí. Este profesor diseñó clases a través de podcasts, colocó un parlante en la parte de atrás de una moto y puso a circular los podcasts, como una manera de que la información le llegara no solamente a sus estudiantes que están en la parte urbana, sino que les llegara a quienes estaban en la ruralidad: "Jenner Ruiz, historia de vida", vídeo de YouTube, 11:31, publicado por Redes Pacífico Task Force, 26 de diciembre de 2020, visitado el 16 de diciembre de 2021, https://www.youtube.com/watch?v=X2WWJsdKJgo&t=3s.

Además de la educación, pensamos en la importancia de los liderazgos sociales, que finalmente son quienes sostienen la vida en medio de la muerte. En este contexto tan devastador y desesperante, era necesario fortalecer los liderazgos sociales, líderes y lideresas, autoridades étnicas-territoriales para adaptarse y acompañar al resto de las comunidades. Adaptabilidad comunitaria fue el camino. Desde esta línea reconocimos que el COVID-19 no se iba a ir, precisábamos adaptarnos y dejar capacidad instalada en el territorio, fortalecer a las comunidades para que ellas mismas continuaran su proceso y siguieran fortaleciéndose. De esta manera, la línea estuvo orientada a diseñar una estrategia formativa y de fortalecimiento de capacidades en líderes, lideresas y autoridades étnico-territoriales para adaptar sus habilidades organizativas en respuesta a las circunstancias que generan emergencias como la del COVID-19. El ejercicio de adaptabilidad se orientó a que las lideresas y líderes estén en capacidad de proponer y desarrollar estrategias de liderazgo con respuestas asertivas y oportunas a situaciones de emergencia y crisis que se presentan en la región. Por lo tanto, se realizó el Diplomado “Innovación para la Solución de Problemas” donde se graduaron 36 liderazgos de cuatro territorios de la región Pacífica.

De modo general, podemos decir que todo lo que se hizo fue exitoso, fue una reacción en cadena, una línea complementaba a la otra. Sobre los desafíos y los retos, hubo muchos, principalmente en términos de hacer intervención en un contexto nuevo. Para la intervención era necesario interactuar, moverse, acercarse. Pero en contexto de pandemia, nuestra salida, nuestro encuentro podría representar la muerte misma. Fue necesario diseñar una metodología que nos permitiera solventar esos desafíos. Lo que hicimos fue generar procesos articuladores con liderazgos sociales y comunitarios que desde los territorios nos acompañaron desde el inicio, desde la planeación, hasta la ejecución del proceso.

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Sur • ¿Qué determinó la capacidad de respuesta que la Alianza tuvo frente al COVID-19 en el Pacífico colombiano, y ¿cuál fue el impacto de este trabajo en los territorios?

LSO • lo que determinó nuestra capacidad de respuesta fue analizar la región y hablar con diferentes instancias; tuvimos encuentros con las alcaldías, con líderes y lideresas sociales y tuvimos también encuentros con otros sectores que nos permitieran hacer un análisis profundo y a partir de ahí generar esta propuesta que he venido presentando.

Nosotros logramos hacer todo esto en un año. Iniciamos en mayo del 2020 y cerramos la primera fase en mayo del 2021. Sobre el impacto, lo resumiría así: Pacifico Task Force generó y consolidó un trabajo articulado, colaborativo y participativo entre gobierno local, liderazgos sociales, autoridades étnico-territoriales y otros actores claves. Generamos un ecosistema regional de trabajo, desde y para la región:

  • Mantuvimos diálogos con las 4 alcaldías de los territorios que priorizamos, Timbiquí, Buenaventura, Quibdó, Tumaco. Nos vinculamos a 15 secretarías de estas 4 alcaldías. Secretarías de salud, de educación, de transporte, de desarrollo social, de agricultura. Generamos conversaciones y también articulamos 20 organizaciones de base y consejos comunitarios, 15 instituciones educativas y 2 bibliotecas comunitarias, 1 universidad pública y 2 privadas. En un año logramos generar este ecosistema.
  • Promovimos una cultura del cuidado y autocuidado en los territorios, desde el lenguaje de las comunidades. Utilizamos diferentes formatos como el perifoneo,44. El perifoneo es una forma de comunicación en la cual se usa un altoparlante para difundir la información. Es muy común en estos territorios. también nos articulamos a radios comunitarias. En esta estrategia vinculamos a influencers de la región, como Kathe Ortíz,55. "Kathe Ortíz se une a #EnElPacíficoNosCuidamos", vídeo de YouTube, 1:55, publicado por Redes Pacífico Task Force, 19 de octubre de 2020, visitado el 16 de diciembre de 2021, https://www.youtube.com/watch?v=-6QsgZKai6M&t=34s. Leymar Brown,66. "#EnElPacíficoNosCuidamos: Leymar Brown y el ki de la responsabilidad", vídeo de YouTube, 0:57, publicado por Redes Pacífico Task Force, 24 de octubre de 2020, visitado el 16 de diciembre de 2021, https://www.youtube.com/watch?v=ik5h1sE9wVQ. porque la idea era llegar también a la población juvenil. Diseñamos una canción del autocuidado en versión salsa77. "Cuidando de nuestras vidas, cuidamos a los demás", vídeo de YouTube, 04:30, publicado por Redes Pacífico Task Force, 19 de octubre de 2020, visitado el 16 de diciembre de 2021, https://www.youtube.com/watch?v=cWTbWLgBlhw. que fue un hit y creamos una campaña que denominamos “En el Pacífico Nos Cuidamos”.
  • Consolidamos un programa de atención integral para atender esta emergencia del COVID-19 en el litoral Pacífico, a partir de estas 5 líneas de trabajo que logramos implementar para subsanar diferentes desafíos que enfrentaron estas poblaciones.
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Sur • Después de todo el trabajo realizado ¿Cuál cree que debería ser el foco de atención para el fortalecimiento de las comunidades más vulnerables del Pacífico colombiano? Y ¿cuáles son los desafíos a seguir?

LSO • Todo es transversal. Entonces, el foco de atención tiene que ser integral, que atraviese todos los derechos fundamentales que debe gozar cualquier ser humano para preservar su existencia. Si se hace un análisis de la región, y pensando en clave de derecho, yo me pregunto, a qué derechos tienen acceso las comunidades afrodescendientes en Colombia cuando tienen que luchar hasta por el derecho a vivir.88. Recién informe del Banco Mundial afirma que Colombia es el segundo país más desigual de América Latina, y que la población negra seguirá siendo afectada. Ver: "Colombia, el segundo país más desigual en América Latina", Portafolio, 27 de octubre de 2021, visitado el 16 de diciembre de 2021, https://www.portafolio.co/economia/gobierno/colombia-es-el-segundo-pais-mas-desigual-de-america-latina-segun-el-banco-mundial-557830.

La preguntar debería ser cómo fortalecer a las comunidades no solamente en la infraestructura, sino también en la capacidad de enfrentar las emergencias que se presentan. Es necesario pensar en un fortalecimiento material, pero también un fortalecimiento de capacidad instalada en las comunidades, dejar procesos que les permitan adaptarse y responder a este contexto.

¿Cómo fortalecemos las autonomías? ¿Cómo fortalecemos la soberanía territorial y alimentaria? ¿Cómo seguimos fortaleciendo el análisis territorial, la producción de datos y la información que nos permita comprender cómo están las comunidades? ¿Cómo generar procesos de gestión de recursos naturales, de gestión propia? ¿Cómo nos salimos de ese modelo depredador y desarrollista?

El COVID-19 está evidenciando que el mundo necesita transformarse, pero sobre todo para quienes llevan más de 500 años sin poder acceder a un mundo justo y equitativo. Si Colombia no encuentra, de alguna manera, vías para solventar esta situación, yo no sé en unos años dónde va a terminar la población afrodescendiente en este país, siendo muy honesta.

Foto archivo personal de Lizeth Sinisterra

Sobre el futuro y los desafíos, estamos en un proceso de pensar en una segunda fase de Pacífico Task Force, pensando en posibilitar una continuidad. Uno de los desafíos que estamos atravesando y que a veces es invisibilizado, es el cambio climático. Nos parece importante que el cambio climático esté articulado a la justicia racial, eso tiene que estar conectado. Estamos pensando dos procesos para la siguiente fase del proyecto: recuperación del COVID 19, protección de recursos naturales y mitigación del cambio climático.

El impacto que está dejando el cambio climático, por ejemplo, en Haití o en San Andrés, no es gratis, y lo que se está gestando históricamente en el Pacífico tendrá consecuencias. Entonces las comunidades también tienen que adaptarse a partir de ahí. Es importante afirmar que la lucha por el cambio climático también es diferencial, los impactos climáticos son diferenciales. Se trata de un proceso de acompañamiento y de gestar la transformación. El cambio es algo gradual, así que será necesario pensar en cómo empezar la segunda fase desde las lecciones aprendidas, para seguir caminando juntes.

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«Nuestro territorio»99. Imágenes del proyecto, retiradas de la galería de fotos disponible en: "Nuestro territorio", Pacífico Task Force, 2021, visitado el 16 de diciembre de 2021, https://pacificotaskforce.com/galeria/.

Mujer trabajadora de la salud. Quibdó-Chocó.

Mujer trabajadora de la salud. Quibdó-Chocó.
Créditos: El Murcy- Jeison Riascos.

 

Señora en su puesto de venta de frutas y verduras en la galería de Buenaventura-Valle del Cauca, 2020.

Señora en su puesto de venta de frutas y verduras en la galería de Buenaventura-Valle del Cauca, 2020.
Créditos: Pacífico Task Force.

 

Coordinadora territorial de Pacífico Task Force realizando una caracterización de una trabajadora de la galería de Quibdó-Chocó, 2020.

Coordinadora territorial de Pacífico Task Force realizando una caracterización de una trabajadora de la galería de Quibdó-Chocó, 2020.
Créditos: Pacífico Task Force.

 

Entrega de mercados y kits de higiene y autocuidado a los Jóvenes Creadores del Chocó, 2020.

Entrega de mercados y kits de higiene y autocuidado a los Jóvenes Creadores del Chocó, 2020.
Créditos: Pacífico Task Force.

 

Lancheros transportan personas y carga de plátano en Chocó.

Lancheros transportan personas y carga de plátano en Chocó.
Créditos: El Murcy- Jeison Ria.scos

Lizeth Sinisterra Ossa - Colombia

Recibido en Noviembre de 2021

Original em espanhol.