Dossier SUR sobre Derechos de las Personas con Discapacidad

Entrevista con Luis Gallegos Chiriboga

Presidente (2002-2005) del Comité Ad Hoc que Elaboró la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

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RESUMEN

Luis Gallegos Chiriboga ejerció la presidencia del Comité Ad Hoc de la Asamblea General de las Naciones Unidas que elaboró la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad del 2002 al 2005. Es presidente de la Iniciativa Global de Información y Comunicación Inclusiva (G3ICT) y la Comisión de Diseño Universal. Ha sido reconocido en múltiples ocasiones por su trabajo en pro de los derechos humanos de las personas con discapacidad, tanto en el Ecuador como internacionalmente.

Además, es uno de los diez miembros elegidos a título personal para el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otras Penas y Tratos Inhumanos, Crueles y Degradantes desde el 2006. Pertenece también al Grupo de Liderazgo Mundial sobre Derechos Humanos y Transnacionales.

Es miembro de Carrera del Servicio Exterior del Ecuador y ha desempeñado funciones diplomáticas bilaterales en España, Bulgaria, El Salvador, Australia y Estados Unidos de América. En el campo multilateral ha sido embajador, Representante Permanente ante Naciones Unidas en Ginebra y en Nueva York

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Por Regina Atalla,
Presidenta de la Red Latinoamericana
de Organizaciones No Gubernamentales
de Personas con Discapacidad y sus Familias (RIADIS).

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Conectas Derechos Humanos • Antes de jugar un papel tan relevante (como lo ha hecho Usted en las Naciones Unidas dentro del proceso de negociaciones de la nueva Convención), ¿Qué experiencias había tenido en relación con las personas con discapacidad en Ecuador o en algún otro país? 

L.G.C. • Antes del proceso de negociación de la Convención había intervenido como Vicepresidente de la Comisión de Derechos Humanos en la aprobación de una resolución que inició el proceso de lograr derechos vinculantes para las personas con discapacidad. Desde muchos años atrás guardo un profundo respeto por aquellas personas que afrontan situaciones muy difíciles, muchas de las cuales resultan inimaginables para quienes no tenemos discapacidades ni hemos vivido cerca de alguien que las padezca. Estas personas encuentran muchas barreras, desde las que se viven en la cotidianidad, como la dificultad de comunicarse, movilizarse, ingresar a un edificio o a un medio de transporte, hasta algunas mucho más difíciles de superar, como la discriminación, dificultades para acceder a la educación y a los servicios de salud. Estas barreras se vuelven más complejas en los países en desarrollo, en los que no se cuenta con los medios necesarios para atender a este grupo vulnerable de la sociedad.

No obstante, pese a los obstáculos y adversidades que tienen que enfrentar, y a las limitaciones físicas y sociales, dando muestras de una gran fuerza de voluntad logran superarlas y salir adelante, dándonos un ejemplo de vida a todos.

Conectas • Esa experiencia –si la tuvo—, ¿ Cómo le ayudó cuando asumió la responsabilidad de presidir el Comité Ad Hoc en el 2002? ¿Qué le hizo abrir las puertas a la participación de las personas con discapacidad tan directamente en el proceso (lo que se le reconoce como un gran acierto suyo, más a la luz de los resultados obtenidos)? 

L.G.C. • Los delegados de los países no conocíamos realmente los graves problemas que afectan a las personas con discapacidad. ¿Quiénes mejor que ellos podían transmitirnos sus vivencias, sus problemas, los obstáculos que enfrentan y los requerimientos que tienen? De ahí, la importancia y la necesidad de su participación en el proceso, a fin de lograr una Convención que sirva para mejorar la vida de más de 650 mil millones de personas con discapacidad alrededor de todo el mundo. Resulta difícil pensar que sin contar con el valioso aporte de estos actores, podríamos lograr adoptar una convención práctica y que resultara aplicable a sus realidades. El abrir la negociación a la participación de ellos fue uno de los mayores logros de mi carrera profesional.

Conectas • Las personas con discapacidad y sus organizaciones representativas jugaron un papel activo y destacado en las negociaciones del tratado, ¿Cuál considera que fue el factor clave para jugar tal rol? ¿Cómo explica que un sector tan histórica y estructuralmente excluido, desempeñara tal labor en este proceso? 

L.G.C. • El lema de las personas con discapacidad durante la negociación de la Convención: “Nada de nosotros sin nosotros”, así como la participación activa de las ONG vinculadas con
ste tema, y las brillantes intervenciones realizadas por estos actores, grandes defensores de sus derechos, enseñaron a la comunidad internacional que para contar con una convención sobre un tema tan complicado como la discapacidad, por su especificidad, era necesario incorporar a los representantes de la comunidad de personas con discapacidad.

Cabe señalar que en este contexto fue muy importante la red de comunicación e información que se construyó en torno al proceso de negociación de la Convención. Había un seguimiento prolijo de cada reunión y de cada declaración realizada. Las propuestas y documentos de la reunión se circulaban en la sala de reuniones en alfabeto Braille y en formatos y tecnologías accesibles. Se utilizaba también el lenguaje por señas. Gracias a la red de comunicación, lo que sucedía en Nueva York, en las salas de las Naciones Unidas, era conocido por toda la comunidad de personas con discapacidad en todo el mundo.

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Conectas • Dentro de su amplia y fructífera carrera diplomática, Usted ha visto muchos procesos de negociación en la ONU. ¿Qué valoración general haría del proceso que terminó con la aprobación de la Convención en diciembre del 2006? 

L.G.C. • Me atrevería a decir que este proceso fue uno de los más exitosos, no solo por el corto tiempo que duró la negociación (de 2002 a 2006), considerando los estándares de Naciones Unidas en donde la aprobación de Convenciones toma décadas, sino sobre todo por la amplia participación de los Estados y de la sociedad civil. Finalmente, tras superar los obstáculos, la oposición a negociar una convención y a incorporar a la sociedad civil en las discusiones, se logró como resultado la aprobación de una convención a favor de la promoción de los derechos de las personas con discapacidad. Uno nace con discapacidad, la adquiere durante su vida por diversas razones (accidentes, enferemdades, pobreza, etc), pero cuando uno llega a la vejez, seguro que tendrá algún tipo de discapacidad. Por ello creo que es una Convención universal que abaraca a miles de millones de personas y sus familias.

Conectas • La construcción de este tratado siguió un curso inédito en la ONU al crear el Comité Especial, un Grupo de Trabajo de composici ón mixta (Estados y sociedad civil) para elaborar un borrador de Convención. ¿Cómo valora esta experiencia democratizadora en la ONU? ¿Se podrá repetir con otras convenciones? ¿Qué papel jugó ese borrador con respecto al tratado finalmente aprobado? 

L.G.C. • El Grupo de Trabajo compuesto por delegados de los Estados y sociedad civil, se encargó de redactar el borrador que sirvió de base para la Convención. Considero que estas prácticas deberían repetirse en Naciones Unidas porque permiten la adopción de instrumentos útiles y aplicables a las realidades de las personas sobre quienes se legisla. La integración de todos permitió un mejor resultado, ojal á se pudiese utilizar el mismo sistema “inclusivo” para enfrentar otros problemas.

Conectas • ¿Cómo valora el tratado que salió fruto de este proceso de negociaciones? ¿Qué alcances tiene? ¿Sus contenidos están dentro de sus expectativas? 

L.G.C. • Aunque los resultados finales no llegaron a satisfacer plenamente a los participantes en el proceso, se alcanzó el objetivo que todos buscábamos, la aprobación de un instrumento internacional que vele por los derechos de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con otras personas y elimine la discriminación. Este instrumento incorpora, entre otras, disposiciones que hacen que los países se comprometan a elaborar y poner en práctica políticas, leyes y medidas administrativas que aseguren los derechos reconocidos en la convención y abolir las leyes, reglamentos, costumbres y prácticas que discriminan; a combatir los estereotipos y prejuicios y promover la conciencia de las capacidades de esas personas; a garantizar que las personas con discapacidad disfruten de todos sus derechos (a la vida, educación, salud, trabajo) en igualdad de condiciones con otras personas. Creo que lo que si salió es un intrumento que permite un “idioma universal” que todos los que tratamos los temas de discapacidad podemos tener como hoja de ruta para los estados y sociedades.

Conectas • ¿ La gran cantidad de firmas alcanzadas y las ratificaciones (99 en el presente) refleja interés y compromiso de los Estados en cambiar las condiciones de vida de los personas con discapacidad o todavía está presente la idea de que es bueno aprobar normas relacionadas con discapacidad aunque no se cumplan? 

L.G.C. • Un nuevo capítulo de la historia fue escrito por los que han estado luchando en pos de los derechos humanos universales de las personas con discapacidad. Con la resolución 61/106, de 13 de diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, un hito en la historia de la ONU y el primer tratado global de derechos humanos del siglo 21.

Hasta hoy, la Convención ha registrado 147 firmas y 99 ratificaciones, lo que demuestra el firme compromiso de la comunidad internacional en este tema. La Convención, a lo largo de sus 50 artículos y el Protocolo Facultativo, reafirma que toda persona con discapacidad deberá disfrutar de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, y codifica un conjunto amplio de derechos, que van desde los derechos civiles y políticos a las esferas económicas, sociales y culturales.

Conectas • ¿Cuál considera que debe ser el punto de partida clave para lograr que se empiece a aplicar este tratado en forma efectiva en los países latinoamericanos? 

L.G.C. • Todos somos muy conscientes de los numerosos problemas globales, nuevos y emergentes, que afectan a las personas con discapacidad. En esta compleja situación nuestro firme compromiso con la promoción de los derechos de las personas con discapacidad requiere una aplicación estratégica de las normas de derechos humanos enunciados en la Convención en acciones, a través de recursos, instituciones y mecanismos capaces de responder a las necesidades de las personas con discapacidad.

Tenemos que trabajar mancomunadamente con el fin de fomentar la aplicación efectiva de la Convención. En cada país de la región hay que enseñar y convencer a cada persona, con o sin discapacidad, a unirse al movimiento hacia una sociedad más global e inclusiva, que valore la diferencia, reconozca la diversidad y esté dispuesta a desafiar los obstáculos que aún persisten.

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Conectas • La pobreza y la discapacidad se interrelacionan en un círculo vicioso, ¿Cómo este tratado puede contribuir a romper este círculo vicioso? 

L.G.C. • La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad establece que la cooperación internacional debe utilizarse como herramienta fundamental para conseguir la conquista de los derechos humanos por parte de las personas con discapacidad. Si se quiere superar la pobreza y sus consecuencias, es necesario que en las políticas de desarrollo se tomen en cuenta los derechos de las personas con discapacidad y que este tema se incluya en las acciones que se llevan a cabo, siempre desde un enfoque basado en los derechos humanos. Esto repercutiría en muchas personas con discapacidad que viven en situación de pobreza.

Conectas • Ya algunos países elaboraron y enviaron su primer informe (2 años) al Comité Internacional sobre derechos de las personas con discapacidad, en arreglo a lo establecido en el artículo 35 del tratado. Algunos movimientos de personas con discapacidad han trabajado o están trabajando en informes sombra ante la falta de rigor de los informes oficiales. ¿Qué opinión le merece estas iniciativas de la sociedad civil? 

L.G.C. • Los informes sombra que prepara la sociedad civil, respecto a los informes que los países presentan a los Comités que monitorean el cumplimiento de las disposiciones de las Convenciones Internacionales, dan la oportunidad a las organizaciones no gubernamentales para rebatir –cuando sea apropiado- los informes de los Estados y proporcionar recomendaciones para que tanto los Estados como los Comités tomen en cuenta su perspectiva. Los informes sombra permiten, también que se adopten acciones para solucionar aspectos que son de su preocupación.

Considero que la participación activa de la sociedad civil en diferentes ámbitos, tiene un gran valor.

Conectas • ¿Cómo visualiza la situación de las personas con discapacidad en nuestros países en 10 o 20 años si se cumplen bien con las disposiciones de la Convención? 

L.G.C. • Luego de que la Convención fuera aprobada por las Naciones Unidas, el 13 de diciembre de 2006 y se abriera a la firma, el 30 de marzo de 2007, la región de América Latina y el Caribe continúa liderando la lista de mayor número de países que han ratificado este instrumento internacional, lo cual demuestra el gran interés y compromiso con el tema.

Si los países de la región asumen los compromisos contraídos con la ratificación de la Convención de las Personas con Discapacidad, en 10 o 20 años habremos logrado mejorar sustancialmente la situación de millones de personas con discapacidad. Quienes participamos en el proceso asumimos el reto confiados en que nuestro trabajo contribuiría a mejorar las condiciones de vida de este grupo de la población. La adopción de ese instrumento fue una demostración de solidaridad y de respeto. Fue un gran paso que dio la humanidad en el tema de los derechos humanos universales y todos aspiramos a que en el menor tiempo posible podamos palpar los resultados positivos que de su aplicación se deriven.

Conectas • La Red Latinoamericana de Organizaciones No Gubernamentales de Personas con Discapacidad y sus Familias (RIADIS) fue fundadora del “Caucus” Internacional sobre Discapacidad (International Disability Caucus) y estuvo ahí hasta el final del proceso, llevando las ideas y voces de las y los latinoamericanos con discapacidad al proceso de elaboración del tratado. Asimismo ha jugado un activo papel promoviendo la firma y ratificación de la convención. Hoy día la RIADIS promueve la aplicación efectiva del tratado a través de labores divulgativas, de capacitación e incidencia política. ¿Cuál considera debe ser el rol de organizaciones como la RIADIS para contribuir a hacer efectivo este tratado?

L.G.C. • La Red Latinoamericana de Organizaciones No Gubernamentales de Personas con Discapacidad y sus Familias desempeñó un rol fundamental en el proceso de negociación y ahora continúa haciéndolo para la ratificación y aplicación de ese instrumento. Creo que esa incansable labor de RIADIS es invalorable.
Creo que los elementos esenciales que contribuirán a la aplicación de la Convención son la educación y la divulgación de su contenido, en todos los niveles, a fin de que la gente comprenda de mejor manera que solamente el respeto, la solidaridad y la inclusión permitirán mejorar la sociedad en que vivimos.

Por último creo que hay que definir que lo que buscamos es el cambio de la sociedad. El que todos nos miremos al espejo y definamos nuestras limitaciones y superemos las barreras para que tengamos una sociedad inclusiva, en donde la “diferencia” sea valorada y no un motivo de discriminación.
Ecuador, bajo el liderazgo del Vicepresidente Lenin Moreno ha hecho grandes avances que son reconocidos internacionalmente y ponen al Ecuador como ejemplo para la comunidad internacional.
Se trata de cambiar la sociedad para que el respeto a los derechos humanos sea la norma y no la excepción.