Sur 21 – Carta a los lectores

THIAGO AMPARO

Editor ejecutivo

 

Dossier SUR sobre Drogas y Derechos Humanos.  Teniendo en cuenta proximidad de la realización de la Sesión Especial de la Asamblea General de Naciones Unidas (UNGASS), en abril de 2016, la Revista Sur publica su 21º edición con una sección especialmente dedicada a las políticas de drogas, desde una perspectiva de los derechos humanos. Con el apoyo de la reconocida experta Julita Lemgruber de Brasil, como editora invitada para esta sección, este número del Dossier SUR reúne líderes en el ámbito de drogas y derechos humanos, de lugares tan diversos como India, Tailandia, Colombia, Argentina, Brasil, Estados Unidos y Nigeria. Todas las contribuciones buscan responder a una pregunta central:  ¿Cómo podemos –en tanto que activistas, profesionales y  formuladores de políticas públicas en materia de derechos humanos– reconstruir las políticas de drogas actuales a fin de que las mismas promuevan los derechos humanos, particularmente los derechos de los usuarios?

 

El equipo editorial de la Revista Sur decidió realizar esta edición especial por una serie de motivos. Primero, las ONG de derechos humanos reconocen cada vez más que las violaciones ocurren debido a políticas de drogas prohibicionistas y represivas. Incluso más importante, es que las ONG están comenzando a actuar para cambiar esta tendencia. Rafael Custódio (Brasil) abre el Dossier SUR, listando las diferentes medidas que las ONG han tomado en un contexto de políticas de drogas represivas. Tales esfuerzos incluyen advocacy a nivel legislativo, litigio a nivel nacional e internacional, construcción de redes e investigación sobre el impacto de las políticas de drogas, entre otras iniciativas. En Organizaciones no gubernamentales y políticas de drogas, Custódio argumenta que sólo con “ampliar derechos individuales y la limitación de los poderes de control estatal”, que deben ser alcanzados a través de una fuerte presión desde las organizaciones de la sociedad civil, puede reducirse el daño producido por las políticas de drogas prohibicionistas.

 

Segundo, existe la necesidad de ir más allá del enfoque legal que domina el discurso sobre las políticas de drogas. El Dossier SUR, da este paso al publicar dos contribuciones interdisciplinarias de especialistas de la salud. Carl Hart (Estados Unidos) y Luis Fernando Tófoli (Brasil). Ambos autores brindan argumentos contra las políticas prohibicionistas basados en datos, desde el terreno de la neurociencia y la psiquiatría, respectivamente. Reconocido por el uso de la investigación empírica para desafiar los prejuicios sociales en relación a la dependencia de las drogas, Hart, en su artículo Eslóganes vacíos, problemas reales, muestra cómo las políticas de Estados Unidos fueron transferidas a otros países, específicamente a Brasil, y cuál es el impacto que ha tenido sobre los derechos humanos -particularmente en comunidades afro-descendientes y pobres. Mientras tanto, en su artículo Políticas de drogas y salud pública, Tófoli se enfoca en las políticas de salud de Brasil en relación a las drogas. Examina en particular, los insuficientes programas de reducción de daños y las comunidades terapéuticas -algunas de las cuales son responsables por violaciones de derechos. Ambos autores llaman a pensar en políticas de drogas que no requieran la abstinencia como su objetivo último de salud.

 

Tercero, nuevas políticas de drogas han emergido en diferentes partes del mundo, en particular en el Sur Global lo que amerita generar un espacio para una reflexión amplia sobre drogas y derechos humanos. Por este motivo, el Dossier SUR presenta una serie de artículos mapeando los actuales avances sobre políticas de drogas en América Latina, Asia y el África Occidental. Estos artículos destacan los matices existentes en las políticas de drogas en todo el mundo. En su artículo África Occidental: ¿una nueva frontera para las políticas de droga?, Adeolu Ogunrombi (Nigeria) muestra que esta región, generalmente vista sólo como un centro de tráfico, también se está volviendo un núcleo para el consumo y producción. Ogunrombi, miembro de la Comisión sobre Drogas de África Occidental, muestra sólidamente cómo la región abrazó la ideología de la guerra a las drogas, lo que ha resultado en varias violaciones, muchas que no han sido reportadas ni verificadas.

 

En cuanto a América Latina, otros dos artículos ofrecen una mirada igualmente matizada sobre las políticas de drogas en la región.  En su artículo, El elefante en la habitación: drogas y derechos humanos en América Latina,  Juan Carlos Garzón (Colombia) y Luciana Pol (Argentina) argumentan que, mientras la región ha mostrado ser protagonista en promover una reforma del sistema internacional de control de drogas, mantiene claramente el foco sobre represión de las drogas lo que en otras palabras, ha conducido a “una ‘guerra’, con un enemigo definido (cultivadores, consumidores, portadores de pequeñas cantidades o grandes ‘capos’), la utilización de aparatos armados (vinculando a las fuerzas militares a labores de seguridad pública) y miles de víctimas”.

 

En el contexto latinoamericano, no es una sorpresa que la represión sea también la principal forma de la política de drogas en Brasil, tal como argumenta Luciana Boiteux (Brasil) en su estudio detallado Brasil: reflexión crítica sobre la política de drogas. Boiteux muestra que técnicas como “al negar cotidianamente el derecho del preso de responder al proceso en libertad, así como al aplicar raramente penas alternativas a la privación de libertad” han conducido a un sobre-encarcelamiento de usuarios de drogas, a pesar del reciente reconocimiento formal de los derechos de los usuarios que data de 2006.

 

Asia, también es sujeto de debate en un artículo que desafía el enfoque simplista sobre las políticas de drogas de la región. En Asia: promoviendo políticas de droga más humanas y eficaces, Gloria Lai (Tailandia) argumenta que aunque que muchos países de Asia “introdujeron algunos niveles de reforma política para aproximarse al uso de drogas como una cuestión de salud, más que como un crimen” las políticas punitivas de drogas continúan existiendo en toda Asia, tanto a nivel nacional como regional, con la política libre de drogas promovida por el ASEAN. Lai, miembro del Consorcio Internacional de Políticas de Drogas, llama a una participación más fuerte de la sociedad civil –desde la investigación hasta el advocacy –para presionar a los Estados a adoptar mejores políticas de drogas.

 

Finalmente, es importante mirar al futuro del debate sobre las drogas y derechos humanos. Cuando los Estados Miembro de la ONU entren en la sala de negociación en 2016 en la sede de la organización en New York, van a tener que enfrentar una dura realidad: que el “el enfoque global predominante en el control de las drogas ha sido y continúa siendo un fracaso innegable” En su editorial La ONU en 2016: un momento decisivo Anand Grover (India), ex Relator Especial de la ONU y actualmente miembro de la Comisión Global sobre Políticas de Drogas, pone en relieve la guerra de un trillón de dólares contra las drogas, haciendo una series de recomendaciones para la próxima reunión de la ONU, incluyendo que “la salud y seguridad de las personas debe estar por delante de cualquier otra consideración de las políticas“

 

En este espíritu, Milton Romani Gerner (Uruguay), uno de los principales promotores de la innovadora reforma legal de Uruguay que regula el mercado de la marihuana, también examina el futuro de las políticas de drogas al revelar –basado en la experiencia de Uruguay– cuáles son los desafíos de poner en marcha una reforma sobre drogas de tal magnitud. Mientras que señala que Uruguay “no queremos ser modelo para nadie”, en su artículo Avances en la política de drogas en Uruguay, Gerner –ex embajador de Uruguay ante la OEA– nos invita a ser audaces en la promoción de cambios en nuestros sistemas nacionales –cambios que ponen la salud en el centro.

 

Ensayos. En el trabajo Poderes regulatorios estatales en el pluralismo jurídico global, Víctor Abramovich (Argentina) debate sobre cómo el conjunto de normas legales y de instituciones a nivel internacional impone obligaciones contradictorias sobre los Estados, generalmente en detrimento de la protección de los derechos humanos. Al observar tres campos, particularmente: el régimen de protección de las inversiones externas, el régimen global sobre concesiones mineras y el régimen internacional de comercio, el autor revela cómo diversos actores recurren a foros más favorables a ellos cuando necesitan resolver disputas internacionales, lo que lleva a conflictos sin una solución final y coherente.

 

Mientras tanto, en un esfuerzo riguroso por recolectar información en un diálogo reciente entre el Ministerio de Defensa de Brasil, las Fuerzas Armadas del país, y la Comisión Nacional de la Verdad, cuyo reporte final fue publicado en diciembre de 2014, Glenda Mezarobba (Brasil) ofrece un relato detallado de cómo se desarrolló dicho diálogo y cuáles fueron sus resultados concretos. Habiendo estado en la conducción de tal esfuerzo, Mezarobba –en su ensayo Mentiras grabadas en mármol y verdades perdidas para siempre– argumenta que a pesar de que no hay un sólo caso de desaparición forzada o de muerte que haya sido resuelto, el diálogo desarrollado no puede ser ignorado.

 

Finalmente, en una contribución en profundidad de parte de una de las principales voces de Médicos sin Fronteras, Jonathan Whittall (Sudáfrica) invita a nuestros lectores a considerar la cuestión: ¿Es la acción humanitaria independiente de intereses políticos? Mientras que admite que el sistema humanitario está actualmente “enfrentando una crisis de legitimidad”, en general por estar entrelazado con intereses políticos occidentales, el autor propone, entre otros, que las organizaciones humanitarias deben perseguir una “imparcialidad radical”, lo que incluye enfocarse en “el principio básico de salvar vidas como un fin en sí mismo” para superar tal crisis.

 

Experiencias. La Revista Sur publica un estudio de caso de uno de los líderes de la protesta masiva que paralizó Hong Kong en 2014, el así llamado Movimiento de los Paraguas (Umbrella Movement). En este trabajo, Ocupando Hong Kong, Kin-man Chan (China) brinda una mirada desde dentro de cómo los ciudadanos de Hong Kong condujeron las negociaciones políticas, haciendo uso de mecanismos de deliberación, referéndums y en ciertas instancias desobediencia civil. Al revelar los fuertes desacuerdos entre los manifestantes y los desafíos de garantizar que sus demandas sean atendidas por el gobierno Chino, la contribución de Chan es un portarretrato honesto y único de uno de las principales protestas masivas de la historia reciente.

 

Perspectiva Institucional. Inês Mindlin Lafer (Brasil) presenta un debate interesante sobre cómo su familia fundó su fundación filantrópica, Instituto Betty & Jacob Lafer. Reconociendo el vacío existente de filantropía familiar no Brasil, que sólo representa el 8% de la inversión social en el país, su artículo Filantropía familiar en Brasil ofrece una evaluación de los tipos de decisiones que deben ser tomadas y los desafíos que deben superarse cuando se establece una organización que ofrece subsidios y que está comprometida con el fortalecimiento democrático de la sociedad.

 

Diálogos. Estamos orgullosos de publicar dos entrevistas con activistas valientes que enfrentan situaciones adversas. Kasha Jacqueline Nabagesera (Uganda), la activista lesbiana más destacada de su país, explica cómo ayudó a la comunidad LGBTI a fortalecer su voz en un país que impone fuertes sanciones criminales contra los homosexuales. Nabagesera reflexiona sobre su rol al publicar la revista Bombastic, así como al abrir el primer bar gay y al organizar la primera marcha del orgullo gay en Uganda.

 

Además, el equipo de la Revista Sur entrevistó a dos activistas sobre sus esfuerzos por mantener vivo el grito de resistencia de las víctimas de desapariciones forzadas en México. Gerardo Torres Pérez (México), un compañero de clase de los 43 estudiantes de Ayotzinapa quienes fueron desaparecidos en septiembre de 2014, y María Luisa Aguilar (México) coordinadora del área internacional de la ONG Tlachinollan, brindan su relato personal sobre las tragedias de desaparición forzada en el país y los esfuerzos por responsabilizar a los culpables y para que los desaparecidos sean devueltos con vida.

 

Voces. Anthony D. Romero (EEUU), director ejecutivo de una importante organización de derechos humanos en EEUU, la American Civil Liberties Union, urge a la generación de internet, a la sociedad civil y al sector privado a exigir el fin de la continua vigilancia masiva del gobierno de EE.UU. sobre sus cuentas de E-mail. En su editorial Vigilancia masiva de los E-mail: la próxima batalla, describe claramente la legislación ofensiva y cómo Edward Snowden ha alterado de manera fundamental la forma en la que es vista la privacidad online. En consecuencia, Romero argumenta que estamos siendo testigos de un nuevo movimiento global de derechos humanos, por la privacidad en internet.

 

Imágenes. Por primera vez, además de los artículos, la Revista Sur publica una serie de fotografías relativas a los derechos humanos. Curada por el fotógrafo Leandro Viana (Brasil), cinco fotógrafos internacionales explican una imagen de protesta que capturaron en sus respectivos países. Con esta sección, la Revista Sur espera combinar el poder de tales imágenes con la mirada única de los fotógrafos para dar visibilidad a la reciente ola de protestas globales desde una mirada privilegiada.